Fiesta de la hermandad deportiva

Todo es emoción y expectativa. Flamean las banderas de todos los países del mundo en lo alto del estadio olímpico, donde una multitud entusiasmada se apresta a presenciar un espectáculo de disciplina, fuerza, destreza y salud.

Un atleta entra corriendo velozmente portando una antorcha traída desde Grecia por sucesivos deportistas, y enciende con su fuego la gran Llama Olímpica. Esta ceremonia casi ritual, se repite cada cuatro años, entre música, desfile de las delegaciones deportivas, himnos y aplausos, y marca la inauguración de otra serie de Juegos Olímpicos.

Inmediatamente se iza la bandera blanca con los cinco anillos entrelazados, con los colores azul, amarillo, negro, verde y rojo. Estos anillos simbolizan la hermandad entre los pueblos, porque por lo menos uno de tales colores está contenido en cada una de las banderas del mundo.

Los primeros Juegos Olímpicos registrados en las crónicas más antiguas tuvieron lugar en el año 776 a.C., aunque algunos historiadores suponen que en realidad comenzaron varios siglos antes.

Originariamente se realizaban en las llanuras de Olimpia, en Grecia, y consistían en carreras de velocidad que se llevaron a cabo en honor de Zeus, el más importante de los dioses griegos.

Llegaron a ser tan importantes estos juegos, que en varias oportunidades se interrumpieron las guerras durante su transcurso. Después se fueron agregando nuevas disciplinas deportivas tales como el salto, el lanzamiento del disco, la jabalina, la lucha y el martillo.

Se daban a conocer los nombres de los ganadores en todo el país... los poetas componían versos en su honor... y muy frecuentemente eran modelos de los escultores para sus estatuas.

Después los Juegos Olímpicos fueron perdiendo prestigio a causa de los malos deportistas, las guerras y las ambiciones e intereses personales. Finalmente el Emperador Teodosio los suprimió en el año 394 de nuestra era.

¿Y saben ustedes cuántos años duró el silencio de los Juegos? ¡nada meneos que 1500!

En 1896 el francés Pierre de Frodi, barón de Coubertin, organizó la reanudación de tan célebres acontecimientos deportivos los Juegos Olímpicos de ese año se realizaron en Atenas y el mayor interés recayó en la “carrera pedestre”, llamada “maratón” desde entonces; así se fijó un permanente homenaje a aquel soldados que corrió casi 400 kilómetros, sin detenerse, para comunicar a sus jefes la victoria de la batalla de Maratón.

El propósito de los Juegos Olímpicos es la reunión de los mejores atletas del mundo para competir con espíritu de paz y confraternidad, y en ellos todos participan sin recibir dinero y sólo por la gloria del deporte.

De tal forma son los atletas y no sus patrias quienes participan, y los premios se otorgan a las personas o a los equipos y nunca a la nación de donde provienen.

Los Juegos Olímpicos de Verano duran aproximadamente dos semanas, y sólo diez días los de Invierno, que se celebran cada cuatro años y tienen lugar en ciudades distintas.

Mientras tanto, la televisión, Internet en sus diferentes portales, la radio, los periódicos y revistas especializadas en este campo informan acerca del desarrollo de los Juegos, para llevar al conocimiento de todo el mundo el hermoso espectáculo del desempeño físico y mental en un marco de corrección, de honor y confraternidad deportiva.