El Ministro de Defensa anunció el funcionamiento de una Escuela antiimperialista, entidad que funcionará en la localidad Warnes, al norte de Santa Cruz, la misma que graduará diplomados en materias de historia, economía, sociología, geopolítica y doctrina militar. El paso por sus aulas será requisito para el ascenso a general, en particular para jefes militares que puedan ser comandantes de unidades militares.
La iniciativa dispondrá de campos deportivos, bibliotecas y un centro informático; sus alumnos provendrán principalmente de la escuela del ALBA y dispondrá de un presupuesto de Bs. 5 y medio millones para el presente año, aunque todavía falta adquirir algunos elementos en la parte de infraestructura, ya que todo el edificio fue recientemente remodelado.
La iniciativa de ofrecer a los uniformados educación antiimperialista en general adquiere interés desde que es sabido que el imperialismo fue desde siempre una corriente económico-política, como los casos de los imperios egipcio, otomano, romano, etc. y posteriormente el napoleónico o el yunker-prusiano y, en tiempos recientes, el inglés, el americano, el soviético y otros contemporáneos que pujan por desarrollar ese sistema, como el chino. También es por demás sabido que todas las corrientes imperialistas fueron negativas y sirvieron para el expansionismo territorial, así como para subyugar y saquear países subdesarrollados ricos en materias primas, valores humanos, mano de obra, etc.
En todo caso, es de suponer, desde el punto de vista académico, que esta escuela deberá tener un programa de estudios que comprenda el conocimiento de la penetración de diversos tipos de imperialismo en diversas etapas históricas en lo que hoy es Bolivia. En efecto, no se deberá dejar de considerar la etapa de invasión del territorio de la civilización aymara del Kollasuyo (hoy Bolivia) por parte del agresivo imperialismo incaico, encabezado por Túpac Yupanqui y Huayna Kápac, ocupación que duró alrededor de 180 años (1350-1575) y fue una la más dramáticas, duras y extractivistas de la historia y a la que puso fin la presencia de 150 soldados españoles. Sin el conocimiento de esa etapa y su abrupto final, sería incompleto en absoluto el programa de estudios de esta escuela.
Naturalmente, se deberá tomar en cuenta la época del dominio imperial español durante tres siglos, sus luces y sombras, defectos y beneficios, así como su desarrollo en general y su final. Esta etapa de dependencia colonial deberá, naturalmente, ser objeto de análisis especial y no limitarse a abstracciones que nada dicen, al mismo tiempo que no consideran aspectos concretos que son los únicos que cuentan.
Aparte de esas dos etapa de dominio imperial, se deberá recordar la referida al imperio inglés que se extendió a lo largo de los siglos XVIII y parte del XIX, el mismo que derivó en la opresión imperial que practicó Chile y convirtió a Bolivia en su colonia, condición que se extendió casi hasta el presente, con poca comprensión de las autoridades. Por supuesto, este estudio sobre las fuerzas imperialistas en Bolivia deberá comprender la presencia del imperio norteamericano que empezó a ingresar a Bolivia hacia el año 1930 del siglo pasado.
Será, pues, necesario un estudio integral de la materia, sin limitarse a una u otra época bajo concepciones dogmáticas, porque los diversos imperios, en todos los casos, despojaron a la población del Kollasuyo (Alto Perú, hoy Bolivia) de sus riquezas materiales, su soberanía y su independencia.
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