Entre las ventajas y desventajas de las obras que se podría construir en el angosto de El Bala, debemos indicar que durante la presidencia del Gral. Hugo Banzer Suárez se pidió a empresas extranjeras presentar propuestas para el estudio y construcción de la obra hidroeléctrica El Bala. Entre éstas, el Gobierno de Bolivia recibió de una empresa china el estudio y costo de $us 250 millones para ejecutar el proyecto El Bala, poniendo como condición que el total del potencial de energía hidroeléctrica sería destinado para uso y aprovechamiento del Brasil, lo que después de un análisis técnico, económico y geopolítico era inaceptable, por lo cual el proyecto no se realizó.
El periódico cruceño El Deber (27/07/2016) señala “que se firmó un pacto en el palacio de gobierno que estuvo a cargo de la Empresa Nacional de Electrificación (ENDE) y la empresa Italiana (Geodata) que realizará el estudio a diseño final con un costo de $us 11,8 millones y que en 15 meses debe finalizar. El presidente Juan Evo Morales dijo que no veía otro lugar en el país que pueda generar tanta energía como se espera producir con el proyecto El Bala, por lo que el Gobierno decidió invertir en el estudio del proyecto, para luego ejecutar la obra con un costo aproximado de $us 6.000 millones”.
Sería conveniente que nuestra Cancillería ponga en acción tratados internacionales por resolver con el Brasil, conociendo que en el Estado de Rondonia se utiliza más de 15 mil millones de hm3 para generar energía hidroeléctrica en las presas de Jirau y San Antonio, donde Bolivia debe cobrar por el volumen de agua que utiliza en la generación de energía hidroeléctrica, entre 3.000 y 4.000 MW por año. De acuerdo con normas y leyes internacionales, el Brasil debería pagar a Bolivia el 50% del caudal utilizado y el 50% de energía hidroeléctrica generados en las presas de Jirau y San Antonio. Lo mismo que Bolivia debe cobrar al Perú por más de 4m3/seg. utilizados en el riego y generación de energía hidroeléctrica en el departamento de Tacna, considerando que el Mauri es un río internacional de curso sucesivo, también sujeto a normas y leyes internacionales.
Para conocimiento general de los bolivianos podemos indicar que el angosto de El Bala se origina en el río Beni, en un punto de cruce entre dos serranías, que obliga a disminuir su sección para pasar hacia Rurrenabaque.
Después de estudiar y analizar proyectos relacionados con la construcción de El Bala, podemos hacer conocer a los bolivianos que en ninguna de ellas se menciona una inversión para la relocalización de pescadores y agricultores, tomando en cuenta la altura a la que llegaría el almacenamiento de agua en el área de inundación calculada en 1.200 Km2. Como tampoco se menciona el impacto ambiental en los ecosistemas terrestres y acuáticos de la cuenca amazónica conformada por los ríos Beni, Mamoré, Iténez o Guaporé.
Después de lo indicado anteriormente, sería oportuno que los habitantes de Tarija pidan al presidente Morales que proceda a la ejecución de los proyectos de Astilleros, Polvareda, San Telmito, Las Pavas y Arrazayal que corresponden a ríos internacionales clasificados de curso contiguo que servirían para el desarrollo económico del departamento de Tarija, considerando el potencial de energía hidroeléctrica que se generaría en las presas binacionales. Los objetivos del embalse son el aprovechamiento y la regulación del caudal del río Tarija y su utilización para producción de energía eléctrica y la disponibilidad de agua para uso doméstico, agrícola e industrial.
El Ing. Antonio Bazoberry Quiroga ha escrito los libros El Mito del Silala; Canal Fluvial Nuevo Puerto Suárez; Recursos Hidráulicos de Bolivia y es autor del Proyecto Corredor Fluvial Boliviano “Mutún-Atlántico”.
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