El Senado de Brasil decidió ayer seguir adelante con el juicio político contra la presidenta, Dilma Rousseff, suspendida desde mayo. Tras cerca de 17 horas de votaciones, la Cámara Alta brasileña ha aprobado con 59 votos a favor y 23 en contra, el informe por el que se acusa a la mandataria de presuntas irregularidades contables.
Esta decisión de los senadores representa la segunda derrota de Dilma Rousseff, desde la llegada del proceso de juicio político al Senado. La primera, el 12 de mayo, dio lugar a la iniciación del procedimiento y su alejamiento temporal de la presidencia. En ese momento, 55 senadores votaron a favor de la admisibilidad de la acusación y 22 en contra.
A partir de ahora, se abre un período de 48 horas para que la acusación presente la narración de los hechos, la pena que pediría y para indicar los nombres de hasta seis testigos. Poco después, la defensa tendrá otras 48 horas para presentar sus pruebas, y también indicar hasta seis testigos. Completado esto, Lewandowski marcará la fecha del inicio del juicio, notificando a las partes con diez días de antelación.