Por Mario Daza
• Los productores y la población del departamento está expuesta a la eventual ayuda del Gobierno central y las entidades subnacionales para encarar el impacto del cambio climático y las secuelas de los incendios de pastizales y en zonas de vocación productiva
El departamento del Beni, se encuentra en emergencia por efecto de la aguda sequía y los incendios, producto de los indiscriminados chaqueos en extensos pastizales y zonas de vocación agrícola.
Los incendios dejan graves secuelas en La naturaleza por la desaparición de la microflora y ello puede causar grandes pérdidas por la desaparición de especies maderables. Esto es más preocupante en caso de continuar sin control la deforestación de los bosques y las llanuras. A este fenómeno se suman los efectos del cambio climático que dejaron extensas zonas de la región sin agua, lo que da pie a la proliferación de especies que son vectores de enfermedades infecto contagiosas.
MUNICIPIOS
Los municipios más afectados en el departamento son, Exaltación, San Ramón, San Javier, San Pedro, Baures, Guacaraje, Magdalena, San Ignacio, Ballivián, San Borja, Santa Rosa y otros, que se encuentran tratando de solucionar el tema del agua de manera urgente. Las autoridades locales declararon zona de emergencia a la región e iniciaron la ejecución de medidas de contingencia y de mitigación.
PRODUCTORES
Los agricultores pequeños y medianos, son los principales afectados, además de los ganaderos. “Las pérdidas económicas son enormes, pero lo que no entendemos es por qué a Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) sanciona a los productores, cuando los incendios ingresan a nuestras tierras y áreas productivas, cuando los mismos son generados por desconocidos”, denunció José Iriarte directivo de la Federación de Ganaderos del Beni (FEGABENI).
FORRAJE
“Los incendios también afectan de manera directa a los ganaderos, porque compromete la existencia del forraje para el ganado vacuno. A esta penosa situación, se suma la sequía, que tiene consecuencias en la reducción de la oferta alimentaria, tanto para el consumo humano como animal”, explicó.
Señaló que hasta el momento no existe suficiente ayuda de parte de las autoridades nacionales y regionales para atender estas emergencias. “Se ha producido la quema de pajonales y bosques, pero en este momento otra preocupación es la sequía, en algunas estancias se tiene algo de agua en pozos, pero esto no es suficiente”, alertó.
CAUDAL HÍDRICO
Indicó que por la sequía, el caudal de los ríos, efectivamente, está disminuyendo cada día. “Los botes ya no pueden navegar por los bajos niveles del agua, lo que es preocupante, por los efectos ambientales que representa”. Ello afecta al desove de los peces, cuyas variedades remontan aguas arriba para desovar y asegurar las especies.
INUNDACIONES
Señaló que es paradójico que el Beni, en 2014, haya soportado una de las inundaciones más grandes de su historia y ahora se encuentre ante el azote de la sequía. “Los cambios climáticos están afectando la región y si no se ejecutan planes de contingencia inmediata, los efectos pueden llegan a ser devastadores”, advirtió.
GOBERNACIÓN
Por su parte Alex Ferrier, gobernador del Beni, señaló que el departamento, se encuentra ante un momento crítico, por efecto de la sequía, los incendios, además de la consecuente contaminación ambiental debido al excesivo chaqueo. “Estamos en el Beni en una situación muy complicada, es por eso que hemos declarado emergencia departamental”, sostuvo.
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