La Paz postergada por la política

La actuación política en materia económica posterga el desarrollo del departamento de La Paz que, siendo sede del Gobierno, en nada se beneficia, porque existen proyectos que debieron ejecutarse, contando inclusive con desembolsos económicos, pero faltó voluntad y decisión. En este aspecto, hay que censurar al Gobernador anterior, que ofreció una serie de obras y sus presupuestos respectivos, pero la política sigue conspirando, ahora en la gestión del actual Gobernador y La Paz no tiene grandes obras de infraestructura, por falta de presupuesto.

Así los paceños tenemos que vivir de sueños. Al respecto tenemos que insistir en la construcción del puente en el Estrecho de Tiquina, obra urgente para el desarrollo de la región, que hasta donde se sabía tenía financiamiento y cuyo visto bueno para efectuar la construcción fue obtenido en charlas y acuerdos sucesivos con las comunidades campesinas de San Pedro y San Pablo de Tiquina, al igual que con los balseros del estrecho.

Pero los balseros y las comunidades campesinas se sintieron defraudados por la falta de esa obra. Eso no se hace, no se debería jugar con la esperanza de miles de interesados en el aumento de la actividad del turismo, al igual que los pobladores de Copacabana.

Otro proyecto que dejó sin concluir esa misma autoridad anterior fue la construcción del camino carretero de La Paz a Cochabamba por la zona de Río Abajo, que daría seguridad a usuarios y transportistas, ya que la actual carretera que va por El Alto, pasando por Caracollo, tiene numerosos riesgos por constantes bloqueos, originando retrasos para usuarios y transportistas. Por ello resulta un trayecto cansador, lo que no sucedería con la nueva carretera por Río Abajo, cuyo recorrido demandaría menos tiempo, sin problemas de embarque, además que traería progreso económico a las comunidades campesinas de la provincia Inquisivi, a Quime y otros lugares.

Con el anuncio de ejecución de dicha obra, el entusiasmo cundió en las provincias campesinas de Cochabamba, ya que su gobernación iniciaba, por su sector, la construcción de la vía. Este proyecto de gran importancia para La Paz estaba marchando sin tropiezos y con desembolso económico asegurado, lamentablemente por el ajetreo político se volvió a postergar la construcción de esta nueva carretera. Una vez más se hace vivir de esperanza a los paceños.

Otro proyecto que ha quedado pendiente de la voluntad del gobierno y YPFB, es la exploración en el norte de La Paz para hallar hidrocarburos. Informes de trabajo hacen ver que si bien existe petróleo, pero su cantidad no es rentable, lo que da lugar a poco interés de YPFB.

La paceñidad se siente defraudada por los enfrentamientos políticos que se dan en el seno de la Asamblea departamental, que no le hacen bien a La Paz. Las promesas de obras para la región son numerosas, pero no se las cumple y nos preguntamos de qué nos sirve ser sede del Gobierno, si estamos peor, por lo que es necesaria una política de descentralización paulatina, para contar con recursos económicos para obras y subsistencia en las regiones. Por ello La Paz se suma al pedido de aplicación del Pacto Fiscal.

El autor es Profesor Emérito y ex autoridad de la UMSA.