Como todos los años, hay preocupación en muchos sitios del mundo por el aumento de plagas de mosquitos que son portadores de enfermedades de toda clase. Organismos internacionales de salud sugieren que los diferentes países, especialmente los que poseen grandes extensiones de pantanos, selvas y sitios húmedos que albergan a plagas de mosquitos, realicen campañas de fumigación con el fin de combatir a mosquitos que, por muchos millones, cobran vidas no solamente de animales sino de personas que son propensas a contagios y a contraer enfermedades que, en muchos casos, son mortales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que cada año alrededor de 725 mil personas mueren por causa de enfermedades transmitidas por insectos. Por otra parte, y para comparar cifras, la Fundación Bill Gates, dice “el hombre es causante de 475 mil muertes por año”; datos que podrían implicar que más mueren por enfermedades transmitidas por plagas de mosquitos que por otras causas y de las que es responsable el hombre.
En todo caso, según los estudios realizados por la OMS, “las enfermedades transmitidas por mosquitos son causantes de muerte, como la malaria, el dengue, la chikunguña o el zika que pueden dejar incapacitadas, temporal o permanentemente, a cientos de millones de personas. Los estudios señalan que “son solo las hembras, del 6% de las especies (como el Aedes aegypt y el Aedes albopictus los que chupan sangre humana y de animales para el desarrollo de sus huevos). Hay casos en que no se trata de una aguja sino de seis que se encargan de transmitir posibles enfermedades a través de la sangre, porque dos de esas agujas tienen pequeños dientes para penetrar la piel; otras dos sirven como pinzas para mantener la piel separada, una aguja para detectar las venas y succionar la sangre; y la sexta sirve para dejar las toxinas en el cuerpo que es lo que causa la inflamación y el picor”.
Innegablemente, el problema es serio y aunque no será posible el exterminio de estas plagas, una fumigación debidamente hecha con el asesoramiento de personal especializado, se podría disminuir los casos de enfermedades como la fiebre amarilla, dengue, chikunguña, zika y otros que anualmente causan la muerte de muchas personas y animales.
En nuestro país, sería muy urgente que las autoridades sanitarias especialmente de los departamentos tropicales y en sitios donde existen aguas estancadas o servidas, o haya condiciones excesivas de calor se proceda, si posible semestralmente, a la fumigación con productos que la farmacopea nacional estaría en condiciones de producir. Será preciso que lo que vaya a hacerse tenga continuidad; de otro modo, interrumpir las campañas provocaría que aumente la capacidad reproductiva de los mosquitos.
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