Turismo

Recuerdos del valle (cuarta parte)

Yuri Mirko Ríos Madariaga


La avenida Blanco Galindo recorre el valle longitudinalmente. Atraviesa tres municipios: Cochabamba, Colcapirhua y Quillacollo.

“Soy tiquipayaneño, orgulloso de haber nacido aquí”, me dijo el conductor de treinta y pico años del trufi 106. Seguramente era para que lo distinga del resto de sus compañeros. “Bloqueamos casi todo el día en protesta por sus abusos, faltó poco para agarrarnos a puñetazos”, agregó algo irritado. El motivo de tanta discordia era la invasión de las rutas de su línea por parte de otros “malvados” choferes, quienes no hace mucho se habían separado de ellos para fundar la propia. Era una medida “justa” en defensa de sus territorios ambicionados. Una especie de tira y afloja entre dos bandos, a ver cuál ganaría. De cualquier modo, estaba presto para escuchar su desahogo. La trama empezó cuando subí al trufi y me senté a su lado. Era un día acalorado, pese al invierno. Por las ventanillas circulaba un aire fresco que mataba el adormecimiento. Mi derecha revelaba el horizonte sur, el “smog” lo cubría completamente. Por supuesto, los eternos culpables: los chaqueadores y los fans de San Juan. Mientras mis pensamientos divagaban en los afanes de la vida, me interrumpió el vecino. No sé, pero los amigos del volante casi siempre tienen la manía de platicarme (quizás porque a simple vista les caigo bien o quizás porque les parezco un tipo “enigmático”). Pero no estaba demás, era pertinente hablar de algo: de la ciudad, del paseo, de la escasez del agua, de sus problemas personales, etcétera, etcétera. Durante el trayecto que duró alrededor de una hora, casi no cesó de parlotear sobre su asunto sindical y del bloqueo. “Hasta para afiliarse a su sindicato al interesado le piden el carnet de identidad solo para ver donde ha nacido. No quieren aceptar a gente de otros lugares”, lo que me pareció un exceso, una afrenta al libre traba-jo dentro del territorio nacional, si era cierto. A su izquierda como en cámara lenta desfilaban Villa Marquina y Bella Vista, ambas cerca de la cordillera del Tunari. Si, exacto, habían abierto vías de comunicación directas por todo el valle central. “La avenida Santa Cruz sale a la Blanco Galindo a la altura de Quillacollo”, inspiró profundamente y añadió: “no es la única, más allá está la Reducto que también sale a la Blanco Galindo al igual que la Beigíng y la Melchor Pérez”, de “cuchu a cuchu” como diría el Cholango. De vez en cuando su mirada reflejaba cierta nostalgia fruto de los recuerdos de antaño. “Donde an-tes habían lindos paisajes y verdes campos de cultivo ahora solo hay casas y urbanizaciones”, expresó. “Es lógico, como la población crece sin ton ni son, obviamente necesita de más y más espacios naturales. A la par también aumentan sus requerimientos de agua, manufacturas, energía y transporte. Es un círculo vicioso que nos empujará a un callejón sin salida con nefastas consecuencias para el planeta y la vida que alberga”, le ex-puse mi tesis en resumidas cuentas. “Tienes toda la razón”, me contestó con un tono no del todo convencido (como muchos). Después de recorrer un buen trecho al nordeste para luego enrumbarnos al sudeste, me se-ñaló sin vacilar uno de los lugares favoritos del Presidente. “Éste es el hotel Regina, tie-ne cinco estrellas. Aquí el Evo viene a veces a participar o a inaugurar congresos”, “tam-bién a veces lo hace en la Casa Campestre con comitiva incluida”, complementé. Y una frase “célebre” que difícilmente se borrará de mi mente fue el que me dijera “No conozco La Paz”, y eso que La Paz está nomás cerca de “Cocha” (una posible explicación es que deteste los viajes). Entre cortos espacios sin charloteo y pasajeros que subían y bajaban, llegamos a Trojes (la entrada a Chilimarca), luego la extensa avenida Ecológica nos ce-día el paso con elegancia y a continuación la Simón López nos delataba la proximidad de Cala Cala y el casco viejo. “Por favor me de-jas en la plaza Colón que voy al puente Cobija”, le dije. Salí con una sonrisa de oreja a oreja. Una vuelta emocionante por el va-lle… para repetirla.

 
Revistas
Publicidad
Portada de HOY

JPG (463 Kb)


Publicidad

Sociales

NOCHE DE ARTE EN BENEFICIO DE QUILIMA

Patricia Prada, Claudia Gaensel y Mónica Cortés.

ALMUERZO DE DESPEDIDA

Marwa Madkour, Tatiana Vargas y Patricia Costas.


Cotizaciones
1 Dólar:6.96 Bs.
1 Euro:7.76 Bs.
1 UFV:2.14581 Bs.

Impunidad