Empresas quebradas

De enero a julio de este año, en Cochabamba cerraron operaciones un total de 5.117, según dijo el presidente de la Federación de Empresarios de ese departamento, Federico Diez de Medina.

PETRÓLEO ORO ESTAÑO El precio del petróleo volvió a caer tras la publicación del American Petroleun Institute que muestran un aumento del 4.464 millones de barriles en las reservas de petróleo de EEUU. Las cifras son inesperadas ya que todas las predicciones consideraban una caída en las reservas. Los analistas de Goldman Sachs consideran que el precio no volverá a subir de forma considerable aun si la próxima reunión de la OPEP acuerda reducir volúmenes de exportación. La empresa de inversión Allan Gray considera que el precio del oro podría volver a escalar una vez que se consolide el crecimiento económico de los países asiáticos. “Hace tres años cuando el precio empezó a caer, los almacenes de las comercializadoras en Londres estaban al límite de su capacidad, unos 300 MM de onzas, ahora están casi vacías”. Asia es ahora el principal mercado de metal y China e India se disputan la posición de mayor comprador mundial. Un informe del Instituto Mundial de Investigación del Estaño (ITRI por sus siglas en inglés) menciona la posibilidad de que la producción de Myanmar habría llegado a su tope máximo tras 4 años en los que multiplicaron sus exportaciones por diez, el país logró abastecer el 10% de mercado mundial. De comprobarse este límite el precio del estaño que ya ha subido en 40% desde su punto bajo de enero, podría seguir subiendo sobre todo ahora que la demanda parece recuperarse.

Las causas para este desastre son cuatro:

• Doble Aguinaldo

• Presión tributaria

• Descontrol del contrabando

• Poco consumo de lo nacional.

Tres años seguidos las empresas del país tuvieron que pagar doble aguinaldo porque el gobierno tenía unas estadísticas del crecimiento del PIB muy optimistas

Pero se nota que esas cifras no eran realistas, o por lo menos reales, pues si la economía de las empresas del país hubiera sido tan robusta, no estarían quebrando tantas.

Los trabajadores que recibieron el último doble aguinaldo en Cochabamba, de parte de las 5.117 empresas que quebraron hasta julio pasado, se quedaron ahora sin trabajo.

El dato es representativo de lo que ocurre en todo el país. La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia tendría que elaborar un informe global, tan preciso como el ofrecido por Diez de Medina en Cochabamba.

Se nota que en los promedios que elabora el gobierno sobre el crecimiento de los sectores de la economía hay algunos que crecen muy por debajo de 4,5%, que es la valla que marca si se paga o no doble aguinaldo.

Esas estadísticas son infladas con datos de las empresas estatales que, extrañamente, a pesar de que muchas de ellas están en déficit, figuran con tasas de crecimiento superiores a 6%.

Si a eso se suma el crecimiento del sector de la construcción, inflado por recursos que no surgen del sector financiero formal, se tiene que el promedio del crecimiento supera la barrera señalada para el aguinaldo doble.

A todo esto hay que añadir la injusticia por la cual las empresas que usan recursos ajenos al sistema financiero formal no pagan impuestos ni tienen cargas laborales tan pesadas como las empresas del sector formal. Sólo ayudan a que las estadísticas muestren promedios altos.

Diez de Medina dice también que la presión tributaria se ha hecho insostenible y es otra causa para el cierre de las empresas.

Ahogar a las empresas obligándolas a inflar sus costos laborales y, además, asfixiarlas con impuestos y sobre todo multas desproporcionadas, sólo podía producir un efecto: la bancarrota.

Y si a eso se añade el contrabando descontrolado más la disminución en el consumo de productos nacionales, la fórmula es perfecta para lograr lo que denuncia el empresario Diez de Medina.

Las acciones del gobierno hasta ahora parecen dirigidas a dañar a las empresas privadas y ha llegado a invertir millones en comprar alimentos, que los agricultores bolivianos están prohibidos de producir, y compiten con la producción interna.

Brasil y Argentina piden que Bolivia certifique sus reservas de gas natural para garantizar que las exportaciones serán seguras y no como ahora, que están fallando.	Han pasado seis meses desde que Brasil hizo el primer pedido de esa certificación y el gobierno boliviano no ha contratado todavía a la empresa especializada en ese tipo de servicios.