FFAA y la política boliviana

El ejército boliviano tiene una historia y una cultura sui generis, porque actualmente se ha convertido en una fuerza más dentro del concierto nacional político, porque ya no tiene el poder como antes, cuando podía tomar decisiones transcendentales para la vida política del país. Los tiempos del golpismo, tan común antes en Bolivia, han pasado a la historia. En estas condiciones, el estado juega su papel democrático y con una etiqueta de pacifismo, lo que realmente sorprende a los que han conocido varios regímenes de gobierno.

La presencia de las FFAA solo es sentida cuando se tiene que dar instrucción a los jóvenes que hacen el servicio militar como parte de su actividad, justificando en esa forma el presupuesto militar de mantención. Actualmente es un organismo más de seguridad, igual que la Policía Nacional, con la diferencia de su desplazamiento a las fronteras, para defender la soberanía nacional. En estas condiciones para conseguir objetivos apela a organismos internacionales como el Tribunal de La Haya para plantear su demanda de salida al mar, ya que los diferentes gobiernos que se sucedieron, desde la Guerra del Pacífico en l879, solamente consiguieron simples promesas, que nunca se hicieron realidad. Por ello hasta ahora no hay una recepción positiva por parte de Chile, ya que éste mantiene a través de los años su política conservadora, de no ceder ni un milímetro de territorio, pese a haber sido arrebatado a Bolivia por la fuerza de las armas. En esta forma Bolivia ve postergado su progreso y desarrollo. El Tratado de 1904 es tenazmente defendido por Chile, para acallar el pedido boliviano. A estas alturas el Estado boliviano tiene sus Fuerzas Armadas sin renovación de su potencial de fuego, simplemente porque nos declaramos como un país pacífico ante organizaciones internacionales, mientras el agresor chileno muestra siempre una política de rearma permanente y renovación de su potencia de fuego. Así, el Ejército, la Naval y su Fuerza Aérea están en permanente accionar y maniobras, ya que Chile tiene en sus fronteras enemigos potenciales, como Perú, Bolivia y la Argentina, ésta especialmente desde la Guerra de las Malvinas.

La doctrina del pacifismo perjudica a Bolivia, porque las diferencias y demandas no las podemos plantear de igual a igual frente a Chile, porque carecemos de potenciamiento en el ejército, naval y fuerza aérea. Por lo tanto es una realidad que estamos indefensos, en caso de una agresión militar. En cambio el Ejército chileno se da el lujo de hacer maniobras para amedrentar a Bolivia y todavía más, adquiere misiles de mediano y largo alcance. Bolivia atina a responder a estas maniobras con un esbozo de ellas en Cochabamba.

Es verdad que los tiempos han cambiado, porque actualmente es muy difícil originar conflictos bélicos sin que intervengan organismos internacionales y a eso se debe que las discrepancias duras entre Bolivia y Chile no lleguen a mayores, como querría el país vecino para entrar a territorio boliviano. La posición boliviana para conseguir una salida al mar se mantiene firme, porque se espera la comprensión de los organismos internacionales para lograr justicia con la demanda marítima.

El autor es Profesor Emérito y ex autoridad de la UMSA.