Miles de argentinos asisten a beatificación de ‘Mama Antula’

Buenos Aires.- Una multitud participó ayer en la norteña provincia argentina de Santiago del Estero de la ceremonia de beatificación de María Antonia de Paz y Figueroa (1730-1799), conocida popularmente como Mama Antula, quien difundió los ejercicios ignacianos tras la expulsión de los jesuitas.Decenas de miles de fieles se acercaron, con imágenes religiosas, hasta la procesión que culminó en un altar de la plaza Obispo Gerardo Sueldo, de la ciudad santiagueña.

Incluso la vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti, estuvo presente en Santiago del Estero para participar de la beatificación de ‘Mama Antula’ y leyó el Evangelio en la ceremonia.

“Es un acontecimiento para Argentina y la Iglesia Católica, porque era una mujer amable, dinámica, apostólica, sabia, virtuosa, amaba a Jesús, lo adoraba en la Eucaristía, veneraba a la Santísima Virgen María, y amaba a su pueblo”, dijo a la prensa el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, según reprodujo la agencia estatal Télam.

“La Iglesia Católica ve muy bien esta beatificación de Mama Antula, que es la glorificación de una mujer que era dinámica y el Papa Francisco vive con júbilo este momento”, agregó el cardenal, que presidió la ceremonia en la que la religiosa fue declarada beata.

El viernes, un centenar de jóvenes de distintos puntos de Argentina realizaron una vigilia en el centro de la capital provincial con motivo de la histórica celebración.

María Antonia -quien no era monja, sino que formaba parte de lo que se conocía como “beaterio”, una forma de vida consagrada laical- desplegó en el siglo XVIII una inmensa labor espiritual y social.

En 1795, fundó en Buenos Aires la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, que hoy es monumento histórico de Argentina.

Unas 150.000 personas pasaron por los ejercicios a lo largo de toda la vida de María Antonia.

El milagro que posibilitó que el Vaticano aprobara su beatificación fue la curación, en 1904, de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, que, desahuciada ya por los médicos por una grave enfermedad, sanó a los pocos días de ser encomendada a la intercesión de la beata. (EFE)