Los peligros del twitter

Yo no utilizo el twitter ni el facebook ni el whatsapp, porque para mí eso es demasiada tecnología. Como jubilado que trabaja desde su escritorio casero es suficiente el celular analógico y mi caprichosa laptop. Además, con el twitter y el facebook, seguro que estaría metido en pleitos, recibiendo mensajes descorteses y respondiendo a mi vez, lo que me quitaría el sosiego. Hasta ahora he vencido frente a la presión de mi esposa, de mis hijos, hasta de mis nietos y amigos, que sin utilizar esos ingenios electrónicos me consideran un troglodita, un hombre de las cavernas.

Parece, sin embargo, que en el Estado Plurinacional alguien convenció a S.E. de las bondades de ponerse a la altura del Siglo XXI y entrar de lleno en la tecnología digital. Le habrán dicho que Chávez lo hacía. Sin dudarlo, S.E. ha tomado posesión de twitter y lo está utilizando diariamente para lo que más le gusta: la guerra. De entrada ha lanzado sus mensajes políticos internos, lo que no se le puede criticar, pero, además, ha arremetido, hasta hoy, contra Chile y la OEA. Es decir (como expresó El Deber del jueves pasado) que ha decidido hacer una “diplomacia del twitter”, lo que sale de toda racionalidad.

El peligro de que una persona impulsiva y poco dada a oír consejos como S.E. tenga en sus manos un arma como el twitter es como para temblar. Y si en vez de enviar arengas a sus movimientos sociales lanza misiles a los países vecinos puede provocar daños irreparables y desterrar de Bolivia a la diplomacia formal. Si S.E. continúa intercambiando textos con el agente chileno en La Haya, señor Insulza, no sea que vayamos a dañar lo que tanto le ha costado avanzar a este Gobierno.

Ahora los “twitterazos” han ido hacia Washington, no al presidente Obama todavía, pero sí al Secretario General de la OEA, señor Almagro, hombre impertérrito y que no se queda callado cuando cree que tiene razón. Lo ha llamado “vocero del imperio” y que él, Almagro, no decidirá sobre el referéndum revocatorio que la oposición venezolana le demanda constitucionalmente a Nicolás Maduro.

S.E. se está divirtiendo mucho con el twitter, porque se ve que le gusta utilizarlo. Pero como ya le han aconsejado desde la prensa, debe ser cauto y sólo comunicarse con sus iguales, no darse confianzas con funcionarios subalternos por embajadores que ellos sean. Debe hacerlo así porque, de lo contrario, cualquiera lo puede mandar al diablo, con lo que nos iríamos al diablo todos los bolivianos del brazo.