Mujeres en ascenso

En 1979, Margaret Thatcher fue la primera mujer elegida como Primer Ministro en el Reino Unido en el Siglo 20, siendo una de las más destacadas como gobernante después de Winston Churchill. Su política fuerte y decisiva destruyó la poderosa fuerza de los sindicatos, levantó la economía y restauró, según algunos comentaristas, el orgullo británico. Ese inflexible carácter también la ayudó mucho para levantar al país. El momento más culminante de su mandato fue alistar, preparar y lanzar a la armada británica en el conflicto de las Falklands Islands (Islas Malvinas) y declarar la guerra a la Argentina, tras la invasión que sufrieron en 1982 y retomar las Falklands Islands.

Margaret Thacher aprovechó el sobrenombre “la Dama de Hierro” que le dieron los rusos para gobernar con destreza, fortaleza y mano dura, en una época llamada Thatcherismo.

En Alemania, el país europeo más poderoso económicamente, también hay ahora una mujer que lleva las riendas sin interrupción de este país teutón, desde 2005. Me refiero a la actual mujer más poderosa del mundo, la canciller Ángela Merkel. En 2007 fue también la presidenta del Consejo Europeo.

Merkel fue crucial artífice para mantener y controlar la crisis económica que azotó a la Unión Europea y la primera Canciller en admitir miles de refugiados sirios en suelo alemán.

Cuando el Primer ministro británico David Cameron renunció a su cargo el 13 de julio, fue otra mujer, Thereza May, la que asumió el máximo poder de Primer Ministra. Su mayor trabajo como líder del partido conservador fue salir adelante y guiar a Gran Bretaña después del Brexit y negociar con el resto de Europa los mejores términos. Este reto es muy difícil, pero T May está demostrando ya que es una mujer muy inteligente, y más que todo una política de alto calibre. Las negociaciones que está teniendo con los líderes restantes de la Unión Europea están exponiendo a Thereza May como una mujer de excelentes cualidades. Si Hillary Clint gana en Estados Unidos, el 8 de noviembre, será la cuarta mujer que estará como líder en una de las principales potencias del mundo.

Sin contar a la reina de Gran Bretaña y a la reina de Dinamarca, que en realidad no gobiernan, pero ejercen una cierta influencia, hay 11 presidentas y siete ministras.

Considerando a otras presidentas, nos daremos cuenta que la mujer ha cambiado su rol o, más bien, ellas han progresado y no solamente se limitan a procrear y cuidar de sus hijos, sino también están sobresaliendo en cargos que únicamente eran destinados a los hombres.

Me refiero a las presidentas de Lituania, Liberia, Nepal, Corea del Sur, Taiwán o también a las presidentas de Polonia Bangladesh, Namibia, Noruega, Chile y Brasil. Hay también bastantes mujeres que están ocupando despachos de alta responsabilidad en el campo financiero, como la francesa Christine Lagarde, que es la directora del Fondo Monetario Internacional, o como Janet Yellen, la economista que es la presidenta del Sistema de Reserva Federal de los Estados Unidos.

Según antropólogos y sociólogos, mujeres y hombres tienen las mismas habilidades y cualidades, pero con ciertas variaciones individuales, no muy importantes, aunque algunos detalles culturales persisten.

Cuando la escritora francesa Francoise Giroud escribió en forma de broma que la verdadera igualdad entre hombres y mujeres llegará cuando una mujer sea tan incompetente como un hombre, esta broma, sin embargo, es algo real, porque siempre se espera que una mujer sea completamente perfecta para tomar riendas del poder, y se cierra los ojos ante un hombre con cantidad de incompetencias. Para la mayoría de las personas, el liderazgo en sí sigue profundamente asociado con los hombres; esto implica sesgos de los cuales ni siquiera nos damos cuenta que tenemos.

Por mucho tiempo, la sociedad en general ha tratado de mermar el potencial de la mujer y nunca comprendieron que la mujer, en vez de ser restringida y hasta humillada, es más bien la fortaleza del hombre, aunque en algunas regiones del mundo se sigue evidenciando un fuerte machismo. Mientras tanto la mujer sigue luchando y, por general, hoy el rol de la mujer está siendo reconocido, admirado y respetado mundialmente.

El autor es un ciudadano boliviano que reside en Londres desde hace 40 años.