El fecundo poeta, pintor, celebrado crítico y antologador de la literatura boliviana Edgar Ávila Echazú, quien en la monumental compilación de Luis R. Quirós “Cervantes y el Quijote en Bolivia” -cuyas páginas reúnen más de medio centenar de escritos referentes al tema- figura en la sección Ensayo con los trabajos “El Quijote de Cervantes y los escritores contemporáneos” y “Dos ensayos sobre el Quijote”, durante el presente año en el que a nivel universal se festeja las cuatro centurias de don Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), nos sorprende ahora con una inspiración de estricto orden poético, intitulada “Canciones de don Quijote a Dulcinea”.
Hablo de sorpresas, pues luego de presentar en la ciudad de orillas del Guadalquivir su obra (no menos monumental en extensión que la citada) “Historia de Tarija” y ocupar toda la sala de exhibiciones del Cabildo con una amplia retrospectiva de su obra pictórica, denominada “Reminiscencias”, hace menos de mes y medio nos comunicaba el propósito que tenía de preparar el ramillete de versos consagrado a la amada del caballero andante…
La obra se acaba de lanzar en el valle cochabambino, donde reside en compañía de su hija Ilsen, a sus 86 años de edad, con cinco vástagos en su haber, una decena de nietos y cinco bisnietos, “con la misma”, la mismísima musa de sus sueños juveniles, a quien el pasado año le dedicara en la misma editorial, formato similar e ilustrando la carátula con su retrato: “Canciones para Maritza - La noche”. Fallecida ya hace algunos años, se aprecia que la bien amada aún mora en los más íntimos sueños del poeta.
Por esta circunstancia, se puede colegir fácilmente que la amada ausente oficia en la nueva publicación de Dulcinea del Toboso y que el hidalgo caballero no es otro que él mismo bardo, quien en los versos iniciales se interroga: “¿Inventé o imaginé este sueño/ de ojos abiertos Dulcinea/ o ese imaginar a mí me inventó?/ Yo no te inventé Dulcinea/ ya estabas viva presente/ cuando me vi nacer tu caballero./ Tus palabras mi Señora Dulcinea/ serán pócima bendita/ para mi dulcísimo amor cuitado”…
Con maestría cervantina, casi a manera de copla andaluza remata el verso, confesando antes el vate que al escuchar repetir a los ancianos chapacos una que otra conseja de Sancho o sentencia de don Quijote, “se maravilla y conmueve hasta los tuétanos”; ¡solamente que aquí la quijana temporalidad adquiere su propia intemporalidad!
La edición se la encuentra en la colección “La Nao”. La Nao de los locos habría que añadir, pues así se conocía al grupo literario que este patriarca de las letras tarijeñas fundara con Oscar Pantoja, Roberto Echazú y “Chafallo” Ruiz. Durante unas cortas vacaciones que pasé en el terruño, les tomé una foto para ilustrar un artículo en la prensa paceña, lamentando no haberme podido fotografiar junto a quienes en aquella oportunidad me habían incorporado a su preciado clan literario.
El opúsculo se presentará en Tarija durante la “Declaratoria del Quijote como Corregidor perpetuo de San Lorenzo”, el 19 septiembre próximo (aniversario natal del epónimo “Moto” Méndez), en un acto pospuesto desde junio pasado a causa de los fríos invernales. Para la nueva fecha, la Alcaldía de la capital de la provincia Méndez ha cursado invitación especial al embajador de España don Ángel Vásquez de Tuesta.
(Presentado en el 89 aniversario de fundación de la Academia Boliviana de la Lengua. 25.08.2016).
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |