La determinación del Gobierno de convocar al embajador de Bolivia en Brasil, José Kinn, tras la destitución de Dilma Rousseff de la Presidencia, fue criticada por el canciller brasileño, José Serra, afirmando que se dio un “tiro en el pie” por asumir esa postura.
Asimismo, durante su reciente visita a China, Serra respondió al rechazo que expresaron las presidencias de Venezuela, Ecuador y Bolivia, además de Uruguay, respecto a la decisión del Senado brasileño de alejar a Rousseff del poder.
Por otro lado, el Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil expresó su esperanza en que los países que rechazaron las determinaciones de su Parlamento aprendan de esa experiencia. Para la diputada de Unidad Demócrata (UD) Jimena Costa, el convocar al embajador Kinn es una “vergüenza internacional”.