Cultura light

Vivimos en una época vertiginosa donde muchas cosas se están aligerando. Todo está cambiando… pero no todo para bien.

Lo virtual reemplaza a lo real, el valor reemplaza a los valores, lo superficial reemplaza a la esencia y el vacío reemplaza al contenido.

Azúcar sin calorías, leche sin grasa, gente que quiere dinero sin trabajar, gente que quiere saber sin aprender, gente que quiere bajar de peso sin hacer ejercicios. Esta es la cultura light.

Lo light equivale a superficial, a frivolidad. Esta ligereza en el “ser” y en el “hacer” también se percibe en los medios de comunicación.

Si usted sintoniza la TV, verá un 80 % de programas vacíos, entrevistas de relleno, recetas de cocina, telenovelas cursis, chacota y conductores que por el afán de agradar al público se asemejan más a payasos que a comunicadores.

Si escucha la radio descubrirá que uno de cada diez programas es bueno, los demás son mediocres, abundan los programas light (ligeros) y escasean los programas inteligentes.

La publicidad exalta necesidades triviales y los periódicos no se preocupan de informar sino de vender artilugios de cocina, colecciones, juguetitos, etc.

La locución intensa, con profundidad, está desapareciendo; el periodismo es cada vez más superficial, con periodistas que no investigan y con presentadores de programas que confunden información con publicidad y noticia con opinión.

Pareciera que todo vale, que se puede hacer cualquier cosa en los medios para vender. Pareciera que todo es justificable, la frivolidad reemplazó a la sensatez. Ya no es importante ser original y decir la verdad, sino llamar la atención a cualquier precio.

(*) Director de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación.

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