Animales de la fauna mítica forman parte de leyendas en comunidades

• La relación milenaria y ancestral, entre naturaleza y cultura, aún es conservada en el imaginario colectivo de las comunidades de la región lacustre


ESCULTURA DE LLOJETA, PARECIDA A LA FIGURA CENTRAL DE LA PUERTA DEL SOL, MUESTRA CABEZAS DE PECES Y UNO CON ALAS.
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Animales sorprendentes y con poderes sobrenaturales que provienen de una fauna mítica lacustre como felinos con ojos que resplandecen o peces que pueden volar forman parte de los relatos de la tradición oral y las leyendas que conservan en la actualidad algunas comunidades del lago Titicaca.

La aseveración corresponde al periodista y defensor de los derechos medioambientales Edwin Conde Villarreal, quien en un recorrido por las islas del Sol, Suriqui y Pariti además de otros sitios del lago –reserva hídrica compartida entre Bolivia y Perú–, evidenció que los comunarios coinciden en los relatos de leyendas sobre la existencia de “animales que tienen nombres en aymara, poseen determinados poderes y que en algunos casos fueron vistos por los propios originarios”.

Explica que, en la edificación de la identidad cultural, interviene la relación milenaria y ancestral entre naturaleza y cultura, y que aún es conservada en el imaginario colectivo de las comunidades de la región lacustre.

Sin embargo, Conde advierte que la contaminación ambiental que altera los ecosistemas acuáticos, principalmente en el lago menor o Huiñaymarka (Pueblo Eterno) a causa de los miles de litros de aguas contaminadas que ingresan al recurso hídrico por la bahía de Cohana a través del río Katari provenientes de El Alto, Laja y Viacha, también pueden ocasionar que se extinga esta clase de constructos narrativos que son únicos de la región.

En abril de 2015 el periodista fue el primero en alertar desde la isla Pata Patani de la mortalidad masiva de las ranas gigantes del Titicaca (Telmatobius culeus), anfibio que también es conocido como “Jach‘a Jamp’atu” y que fue considerado un animal sagrado y ceremonial por las culturas prehispánicas.

Las ranas, peces y aves que murieron masivamente el pasado año en el lago sagrado fueron afectados por la liberación de sulfuro de hidrógeno, un gas neurotóxico para la fauna lacustre y que se originó por la descomposición de microalgas que consumieron el oxígeno del agua, produciendo la aparición de una mortal masa acuática de color verde.

ANIMALES SORPRENDENTES

Por otra parte, el comunario y lanchero Leonardo Esteban de la isla Suriqui del lago Titicaca, lugar donde sus habitantes son conocidos mundialmente por ser expertos constructores de balsas de totora –planta subacuática también afectada por la contaminación– usadas en travesías transoceánicas para comprobar las navegaciones antiguas, dice que uno de los animales sorprendentes es el “amtawallo”, un gran felino de color plomo que suele aparecer en las serranías de la isla.

“El amtawallo puede aparecer en las noches tiene ojos de los que salen dos luces brillantes y que pueden dejarte enceguecido”, asevera el isleño y cree que “por esta razón no se debe caminar solitario entre las serranías”.

El felino que según los isleños de Suriqui, es usual verlo en las montañas, también forma parte de leyendas y relatos en la tradición oral del lago y se lo describe como un animal que suele atacar a las personas, ya que el amtawallo puede seguir a los caminantes solitarios sin ser percibido.

Mientras que en la isla Pariti del lago menor y donde también llegó la contaminación ambiental, el comunario y universitario Isaac Callizaya describe al mismo animal y dice que en algunas ocasiones el mamífero también puede ser invisible para atacar a sus víctimas. “Él no se alimenta de humanos, sólo los hace desaparecer, se los lleva”, argumenta.

ALGUNAS LEYENDAS

También menciona que sus abuelos le contaban algunas leyendas sobre dos patos zambullidores o chok’as que habitaban entre los totorales y que solían atraer las lluvias, pero que se transformaban en dos mujeres jóvenes y bellas que vestían de pollera, las aves acuáticas sólo aparecían en la época del Jallupacha o tiempo de precipitaciones pluviales.

Por otra parte, en el centro ritual más importante del Titicaca, la isla del Sol en el lago mayor o Chucuita, en la comunidad Ch’alla, el guía de turismo Genaro Ticona explica que entre los lancheros, es usual escuchar sus relatos en los que se menciona la aparición de peces que tienen la capacidad de volar, que salen y se sumergen entre las aguas muy rápido.

El isleño también comenta que en el horizonte del lago era posible observar, según los relatos de personas ancianas, sólo las aletas que podían ser de animales acuáticos gigantes. “Esta clase de apariciones y que también provienen de las leyendas y los mitos, ya no es posible registrarlas”, asevera.

El arqueólogo Oswaldo Rivera describe también a un pez que proviene de una fauna que posiblemente fue parte de las aguas de un mar antiguo, cuyos restos dieron origen al lago sagrado.

“El pez marino –Arthur Posnansky lo denominó Hipocamppus Titicacensis– es conocido en aymara como Challwatayka o madre y origen de los peces, una deidad del lago sagrado, y los habitantes de la región lacustre saben de su existencia”, dice el arqueólogo.

Mientras que en su obra Tihuanacu, la cuna del hombre americano, el autor detalla al referirse al Hipocampo, “que el lago Titicaca es el resto de una de una gran masa de agua suspendida procedente del océano, está parentizado por el hecho de que su fauna –hoy día completamente degenerada–, es muy semejante a la que existe en el mar”.

Posnansky cuenta en su libro, haber descubierto el espécimen mítico en el lago Titicaca cerca de la isla Coati o de la Luna, estaba “degenerado en su forma y tamaño”. El pez se encuentra actualmente en el Museo de Historia Natural de Berlín en Alemania.

IMAGINARIO HUMANO

El arqueólogo boliviano Jedú Sagárnaga que dirigió las excavaciones en la isla Pariti, donde se descubrió única cerámica tiwanacota fragmentada con representaciones antropomorfas y zoomorfas, enfatiza que “el imaginario humano es muy fértil”.

“Inventa –el imaginario humano– seres sobrenaturales y muchas veces, cuando el constructo es grupal, hasta se los diviniza. Estos, normalmente, tienen atributos físicos zoomorfos. Eso ha sucedido en casi todas las culturas del pasado, y todavía sucede en el presente. En el altiplano circumlacustre el proceso ha debido ser, y es, igual”, argumenta el experto.

Nuestros descubrimientos de 2004 y 2005 en la isla de Pariti –dice Sagárnaga– refieren a expresiones de la cultura de Tiwanaku. En la colección tenemos varias representaciones de seres fantásticos tanto modelados como pintados, los cuales hacen referencia a una compleja imaginería.

“Particularmente hay un vaso (código PRT 185) en cuyo borde aparece un felino en actitud de trepar, pero posee el típico collar del cóndor y su rostro mismo es de ave y mamífero a la vez. Incluso tiene la cresta del cóndor sobre la cabeza. Es una verdadera obra de arte, por la delicadeza de los trazos y la expresión tan clara de una mezcla de animales. En el mismo vaso, pero pintado, aparece otro ser fantástico”, describe Sagárnaga.

Explica que es posible observar varios personajes monstruosos con atributos zoomorfos en los ceramios de Pariti y de Tiwanaku en general. “Incluso se han reportado dragones en alguna cerámica de Tiwanaku, que se pueden apreciar en el Museo Regional del lugar”, agrega el arqueólogo.

Pero los comunarios del lago Titicaca coinciden en afirmar que muchos de los animales míticos que provienen de sus leyendas, fueron vistos por ellos mismos, también saben que mientras la contaminación ambiental continúe avanzando en el lago sagrado. la fauna desaparecerá al igual que las comunidades y sus tradiciones.

 
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