Saberes ancestrales para bien de la salud

La plaza Bicentenario de la ciudad de La Paz se transformó en un espacio de conocimiento donde se valoró y conoció la medicina ancestral de hombres y mujeres dotados de especial conocimiento, quienes enseñaron sus especialidades según afinidad.

Se trata de la tercera versión de las “Olimpiadas del Saber del Adulto Mayor 2016”, actividad que fue organizada por el Ministerio de Educación a través del Viceministerio de Educación Alternativa y Especial y organizada por el Programa Nacional de Postalfabetización con el objetivo de rescatar y valorar los saberes y conocimientos.

El evento promovió la trayectoria de 30 adultos mayores, a través de la producción de textos y la narración oral.

Las historias se enmarcaron en temas vinculados a salud, alimentación, costumbres, historia de los pueblos, formas de producción, arte, cultura, convivencia armónica con la Madre Tierra, arte y cultura, entre otras temáticas.

PLANTAS MEDICINALES

La función de las plantas en nuestro país es compleja y diversificada, motivo que llamó la atención desde sus doce años a doña Olga Guarnes del departamento de Santa Cruz, municipio Pampa Grande Los Negros, quien a través de sus conocimientos por sus antepasados aprendió a reconocer las hierbas y sus funciones.

Con una paciencia innata y una sonrisa peculiar, Guarnes ha impulsado actividades que tiene por fin el complejizar la concepción de salud y comprenderla como un proceso a través de la cura de plantas medicinales.

En ese sentido, a partir de entender la salud como una cuestión muy compleja enraizada en las tensiones propias de la producción social, consideró que se juegan ahí valores y decisiones que van mucho más allá de los oficiales, marcados por la perspectiva biomédica. En este caso las plantas fueron las protagonistas de toda cura.

Guarnes habla como si el tiempo no transcurriera. “Si bien uno lo siente desde chica, hay cosas que va incorporando a lo largo de la vida y es la vida misma la que te va llevando por un camino. Mi abuela, mi madre, tienen esta cuestión de conocimiento y el gusto por las plantas y yo desde entonces he ayudado a muchas personas a sanarse y curarse desde embolias hasta cáncer”, dijo.

“Todo lo que hago es rescatar saberes ancestrales. Recrear sobre todo, porque nosotros heredamos un montón de cosas, no solo de la familia sino de la comunidad”, comentó Guarnes.

Chirimoya, molle, sabuco, paja cedrón, eucalipto ruda hembra y macho, y por ultimo ajo entero, son los menjunjes que dice doña Olga Guarnes que ayudan a prevenir y curar la embolia, entre otras enfermedades.

“Se lo hace hervir, se hace una infusión para beber, se añade una mezcla con agua florida y nuez moscada y con las hierbas que ya hirvieron se hace un fomento con pepas de mostaza para colocar en la nuca y cara, luego de cortar con aceite de pato ponemos el fomento, para el tercer día se ve la mejora”, explicó.

La profesional cura enfermedades de riñones, corazón, estómago, colon, intestinos y hasta picaduras de víbora.

“He curado enfermos con cáncer, embolias y de todo un poco en vida, mi experiencia será para mis hijos y apreciar las bondades de las plantas medicinales en nuestra región amazónica es importante, mucha gente nos ayuda y seguimos conociendo”, concluyó.

FRACTURAS DE HUESO

Cornelio Durán del municipio de Torno del departamento de Santa Cruz, conocido como el “especialista en fractura de huesos”, mostró su habilidad para tratar los problemas de fracturas con la miel de cuchi.

Afanado alista sus tablillas de madera, la miel de cuchi, vendas, gasas, y algunas hierbas, y comienza su sesión de consulta. Algunos llegan con fracturas mal curadas y dolores lumbares sobre todo.

Seguro de sus tratamientos contó que para fractura de huso “utilizó como soldadura la miel de cuchi que se encuentra en el oriente boliviano, mi padre era huesero yo aprendí de él”, aseguró.

Se acerca un ciudadano, con malestar y deformidad en sus dedos, Durán lo manipula lo analiza, lo fricciona de pronto cuando el paciente se descuida realiza unos movimientos más fuerte y la deformidad de sus dedos desapareció, el hombre visiblemente emocionado abrazo al especialista y agradeció su ayuda asegurando que no había logrado arreglar el encogimiento de sus dedos, mueve la mano como si fuera nueva y sonríe.

Durán aseguró entonces que atendió toda clase de fracturas y también hizo tratamientos de estrés para la gente que trabaja mucho. A sus 60 años el tiempo parece que no hubiera transcurrido y su agilidad y paciencia es lo que lo hace diferente.

DANDO LA BIENVENIDA A LA VIDA

Con su ojos brillosos, visiblemente cansada por la edad, doña Carolina Carmapayu llegó de Villamontes, departamento de Tarija, y explicó cuál es el rol de una partera, “profesión” que asegura ella, le ha dado grandes satisfacciones en la vida.

Vengo trabajando desde el año 1960 en los campos tarijeños, dice sonriendo. “No recuerdo cuantos partos hasta ahora he asistido pero fueron muchísimos”.

Recordó que sus conocimientos fueron transmitidos por su abuela y en idioma guaraní, actualmente y pese a su edad todavía asiste a las futuras madres.

Sus aliados son el alcohol, el orégano, la oreja de palo, matico y algunas hierbas. “Preparo la infusión con alcohol y orégano eso es suficiente para haber inducido al parto”, aseguró.