Créase o no, los drones ―en el sentido moderno del término― ya habían sido imaginados hace más de un siglo por el inventor Nikola Tesla. Su empleo fue pensado con fines militares por el científico de origen serbio, y tenía como propósito coaccionar a los seres humanos a abandonar toda intención de llevar adelante conflictos bélicos, ya que se verían intimidados por el poder destructivo de los robots.
La idea del visionario fue patentada el 9 de noviembre de 1898 y se detallan posibles servicios que podrían llegar a prestar los autómatas en caso de ser fabricados e implementados: desde servicios de mensajería hasta soldados pacificadores, algo similar a fuerzas de paz, según informa la revista ‘Popular Science’.