El técnico venezolano no quiere ningún signo de relajamiento en el primer plantel, por eso exige a diario intensidad y concentración. Una prueba, ayer.
El entrenador de The Strongest, César Farías, mostró su carácter ayer, en el entrenamiento matinal que realizó el primer plantel, porque expresó con vehemencia su enojo por el ritmo de trabajo que estaban imprimiendo sus dirigidos.
El Tigre retornaba a los entrenamientos, tras la jornada de descanso del pasado lunes, luego de ganar con autoridad el domingo a Wilstermann, por 3-0 en el estadio Félix Capriles.
La tarea fue de exigencia, porque primero se realizó un trabajo en la arena, para posteriormente efectuar un trabajo en el campo de juego del Rafael Mendoza. El DT llanero ordenó una sesión de fútbol en espacio reducido, Farías seguía de cerca, no le gustó algún gesto de alguno de los jugadores, a quien inmediatamente llamó la atención y a voz en cuello gritó”tienen que trabajar al ritmo del Tigre, nos estamos preparando para la Copa Libertadores, no pueden perjudicar el trabajo, sea quien sea lo voy a sacar del entrenamiento”, se escuchó gritar al venezolano.
Alguien le pidió que se calme, Farías hizo caso omiso, repitió que el trabajo tiene que realizarse con la misma intensidad, en todo momento.
Los anteriores días, Farías había mostrado su amplia sonrisa, para destacar la forma en que se estaba realizando los entrenamientos, ayer fue uno de los pocos momentos en que reclamó porque no quiere que haya ningún relajamiento en el plantel.
Los jugadores entendieron, por eso tras la fuerte llamada de atención, con tono fuerte y enfático, el entrenamiento terminó como quiere el venezolano, quien demostró un mejor semblante y desafío a sus jugadores “a ganar al equipo de Azkargorta, y yo pago el asado”, dijo esta vez con la voz más calmada. El desafio está planteado, los jugadores tienen la palabra.
Adrián Zalles
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