La cultura del seguro es débil en Bolivia

¿Qué es la cultura del seguro? Es un concepto necesario y de plena actualidad, se define como el proceso por el cual los ciudadanos mejoran su comprensión de la actividad aseguradora, sus conceptos y los riesgos existentes. Es así que través de información, enseñanza y/o asesoramiento objetivo, desarrollan las habilidades y confianza precisas para adquirir mayor conciencia de los riesgos y oportunidades que ofrece el seguro y así tomar decisiones informadas, saber a dónde acudir para pedir ayuda y llevar a cabo cualquier acción eficaz para mejorar su bienestar y seguridad.

Sobre la base de esta definición y entendido como un fenómeno multidimensional y holístico, se identifica cuatro dimensiones de la cultura del seguro: conocimiento, uso, educación y previsión.

Conocimiento: Significa comprender el significado del seguro y sus conceptos relacionados. Esta dimensión abarca el conocimiento “teórico o conceptual” que tienen las personas de los seguros. Por lo tanto, su contenido tiene que ver con asimilación de información y la terminología, que por cierto en nuestro medio es muy deficiente, ya que son pocas las personas que conocen el término seguro y sus implicancias.

Uso: Sobre la base del conocimiento e información plena de lo que representa el seguro, debe existir una toma de decisiones, que permita saber específicamente a dónde acudir para pedir ayuda. Esta dimensión complementa a la anterior, es decir el conocimiento teórico es llevado a la práctica por las personas en el ámbito del seguro, teniendo conocimiento de: a quién tienen que consultar, qué tienen que hacer o a dónde pueden acudir.

Educación: Básicamente representa la información, enseñanza y/o asesoramiento que el asegurado debe recibir por parte de la empresa aseguradora. Esta dimensión alude a los medios que se utiliza para que asegurados y el resto de la población puedan adquirir conocimientos sobre el seguro y las posibles formas de acceso.

Previsión: ¿Qué acciones deben realizar las personas para mejorar su bienestar y seguridad? Esta última dimensión de la cultura del seguro tiene que ver con las acciones que las personas realizan para protegerse a sí mismas, a sus familias y/o sus bienes; y la importancia que dan al seguro. No es una conducta responsable el asumir que se tiene una póliza de seguro que cubre los riesgos y dejar de lado la ejecución de acciones preventivas para minimizar los riesgos que pudieran existir. Es necesario fomentar una cultura de prevención y no de riesgo.

Sobre la base del contenido teórico descrito anteriormente y como complemento al interrogante planteado, estimado lector, le pregunto: ¿Existe la cultura del seguro en Bolivia?

Sea cual fuese la respuesta, la cultura del seguro tiene una relación directa entre la oferta que las empresas aseguradoras hacen a la población; por supuesto que hay que incluir las condiciones y variables económicas, pero en términos generales, invertir para tener la vida y los bienes asegurados, por donde se vea, es una buena opción.

El nuevo interrogante sería, entonces, ¿cómo hacemos para mejorar nuestra cultura del seguro?

La respuesta, por supuesto, está en el nivel de importancia que las aseguradoras dan a los programas de promoción de sus productos y al tiempo que destinan a las tareas de concientización de la población para que reflexionen sobre los beneficios de tener, por ejemplo, un seguro de vida, un seguro para el hogar, un seguro para siniestros viales o un seguro específico de salud. Y como éstos, hay tantos otros seguros que nos facilitarían la vida y restarían preocupación para aquella pregunta que indudablemente nos hacemos: “¿Y si un día sucede?”.

Es bueno prepararnos para enfrentar los gastos que involucra una enfermedad, la pérdida de una casa, la reparación de daños en un accidente o siniestro de tránsito fatal, etc.

¿Qué tanto harán las aseguradoras? Es su asunto, pero nosotros sí podemos acercarnos a la empresa aseguradora de nuestra elección y preguntarle sobre sus productos y servicios. Todas las aseguradoras tienen un especialista que podrá orientarnos, de acuerdo con nuestro estilo de vida y la perspectiva de vida que tenemos por delante. Entonces, mí estimado lector, empecemos a “vivir seguros”.

El autor es docente UNIPOL.

borismen55@gmail.com