La peregrinación musulmana a La Meca

El Cairo.- En días recientes, muchas cadenas internacionales informativas de prensa escrita y de televisión, en especial las de Oriente Medio, África y Asia, han dado gran cobertura a la peregrinación anual que realizan millones de musulmanes de todas las nacionalidades a la ciudad de La Meca, ubicada en Arabia Saudita; esta peregrinación se denomina Hajj.

El Hajj (en español se pronunciaría como Jagsh) es uno de los cinco pilares de la religión del Islam, siendo los otros: el testimonio de fe, la oración, el zakat (caridad a los necesitados), y el ayuno (todo el mes de Ramadán).

Un musulmán debe hacer esta peregrinación al menos una vez en su vida si cuenta con los recursos económicos para ello y la salud necesaria, considerando el esfuerzo físico que implica. A la ciudad de La Meca sólo está permitido el ingreso de musulmanes, quizás esta es una de las razones por las que en los países occidentales no se conocía muchos detalles de esta actividad, situación que ha ido cambiando mucho más con la posibilidad de que ahora los mismos musulmanes usan redes sociales, como Facebook (incluidas sus transmisiones en vivo) al igual que Snapchat, para dar a conocer parte de los rituales que se realizan durante esta actividad.

En la Meca se encuentra la famosa edificación conocida como Kaaba (cubo), que significa Casa Sagrada de Dios. De acuerdo con los musulmanes, ésta fue erigida por Adán, quedó destruida a causa del diluvio y reconstruida por Abraham y su hijo Ismael (Ismael es padre de los árabes e Isaac padre de los judíos, siendo Abraham el antepasado común). Ellos empotraron la famosa piedra negra (Al-hayar-ul-aswad) en el lugar donde se encuentra ahora, a fin de indicar a los peregrinos el punto de partida y el punto de llegada de las siete vueltas rituales que han de dar en torno del templo, como los ángeles lo hacen alrededor del Trono de Dios.

La Meca también aloja el pozo de agua Zam Zam, que fue provisto por Dios a Hagar (madre del primer hijo de Abraham) e Ismael, cuando vagaban por el desierto a punto de morir de sed, en la creencia de los musulmanes de que el agua de este lugar es milagrosa; es un pozo que no se seca y se le atribuye cualidades curativas.

La peregrinación dura cinco días, este año se inició el viernes 9 de septiembre y finalizará el 14. Dentro de los principales rituales del Hajj se encuentran, además de las citadas siete vueltas a la Kaaba, tocar la Piedra Negra, recorrer siete veces el camino entre el monte Safa y Marwah (o Sa’yee) como hizo Hagar en su búsqueda de agua, y beber agua del pozo Zam Zam.

El siguiente rito es la oración grupal en la llanura del monté Arafat, donde piden el perdón de Dios (considerado como una anticipación del Día del Juicio Final), el tercer día, que coincide con la celebración de Eid al Adha (festividad del sacrificio), se realiza el apedreamiento simbólico al diablo en Mina, y luego se regresa a la Mezquita donde está la Kaaba para realizar otras circunvalaciones. Al finalizar el último rito los hombres se rapan la cabeza.

De acuerdo con información oficial de Arabia Saudita, el pasado año 2015 más de dos millones de musulmanes, mujeres y hombres de 200 nacionalidades distintas (entre ellos también bolivianos) realizaron la peregrinación, que no es fácil considerando las altas temperaturas que oscilan entre 40 a 50 grados Celsius, además del riesgo de estampidas de gente aglomerada que han causado la muerte a muchos peregrinos los años pasados, incluido el 2015.

Este año, por primera vez, Arabia Saudita otorgó manillas con códigos de barra a cada uno de los peregrinos, con la finalidad de poder identificarlos más fácilmente en caso de algún accidente o estampida humana. También existen peregrinaciones menores, denominadas Umrah, que pueden hacerse en cualquier momento.

Los creyentes que han peregrinado a La Meca, en su gran mayoría comparten el sentimiento de que es una experiencia única, llena de espiritualidad y de paz interior.

La autora es abogada boliviana, reside actualmente en El Cairo, Egipto.