Sequía azota a más de 140 municipios del país

Bolivia afronta una de las peores sequías de los últimos 30 años, en lo que va del año llegó a dañar más de 290.000 hectáreas de cultivos y 360.000 cabezas de ganado. Los municipios afectados sienten que la demora del Gobierno en la entrega de ayuda a los productores de la zona del Chaco, donde por la falta de agua y forraje, y el recrudecimiento de la sequía, aumentó la muerte de miles de reses.

El sector productivo, por la sequía, afronta la disminución de la producción en más de 600.000 toneladas en los distintos cultivos, como el maíz, sorgo, trigo y girasol en el oriente boliviano, señaló el presidente de Anapo, Reynaldo Díaz.

En su opinión las pérdidas superan los 180 millones de dólares, razón por la que este sector pidió al Gobierno formular “medidas estructurales” para la reactivación económica de los productores y garantizar la producción de alimentos.

Indicó que en los últimos meses, los pobladores de Tarija, Beni, Sucre, Cochabamba, Potosí y Santa Cruz sintieron los efectos de la carencia de agua potable; sobre todo en las áreas rurales, donde los pobladores deben recorrer largas distancias para conseguir este recurso.

El caso más dramático se vive en la región del Chaco, donde pobladores ven morir a su ganado por la falta de agua y deben realizar un trámite largo para que los camiones cisterna lleguen hasta sus poblaciones.

Según un reporte del diario El País de Tarija, el interesado en obtener el recurso hídrico debe pagar el diésel del vehículo y luego esperar entre cinco a siete días para disfrutar del agua para su familia y ganado. Mientras esto ocurre su animales van muriendo de sed y hambre.

MUNICIPIOS EN EMERGENCIA

El director departamental del Centro de Operaciones de Emergencia del departamento del Beni, Cristhian Cámara, dijo que la fuerte sequía y los incendios obligaron a ocho municipios de esta región a declararse en emergencia y solicitar ayuda a las gobernaciones y al Gobierno central.

Cámara explicó que los municipios en emergencia son Guayaramerín, Exaltación, Magdalena, Baures, Loreto, Huacaraje, San Andrés y Trinidad.

“Los frentes fríos y lluvias registradas en semanas pasadas en el Beni sofocaron los incendios, pero ahora nuevamente hay focos de calor”, manifestó. El municipio de San Javier, en la provincia Cercado, es otro municipio en proceso de declaratoria de emergencia por efectos de la sequía.

Señaló que el problema no es actual y aún no hay propuestas para encarar esta situación, solo se dan soluciones temporales que no logra convencer, es el caso del presidente del Comité Cívico de Beni, Guillermo Quimeo, quien pidió al Estado buscar políticas agropecuarias para hacer frente a los efectos climatológicos. “La realidad es la misma todos los años. Tenemos dos épocas marcadas, las inundaciones y la seca que nos afectan a todos”, declaró.

AYUDA INSUFICIENTE

La primera semana de agosto el Presidente lanzó varias medidas de apoyo a la producción agropecuaria; sin embargo, para los productores fueron insuficientes para solucionar los efectos de la sequía en la región del Chaco.

El gobierno del presidente Evo Morales anticipó a principios de agosto un presupuesto inicial de 48 millones de bolivianos (6,9 millones de dólares) para enfrentar problemas de sequía, con la perforación de pozos.

Entretanto que el viceministro de Defensa Civil Oscar Cabrera reconoció que “es la peor sequía, no hay punto de comparación con lo que estamos viviendo ahora, porque no solo afecta al Chaco, también al altiplano de Potosí, Oruro, La Paz, y en los valles”.

Acotó que “en la parte agrícola son 290.000 hectáreas y 360.000 cabezas de ganado afectadas, haciendo una comparación con el total, no pasa del 6,4 por ciento y la producción de todo el país llega a 4.000.000 hectáreas”, precisó Cabrera.

La versión, coincide con un informe del Banco Central que sostiene que a pesar de la sequía la tasa de inflación para este año se ajustó a la baja de 5,3 por ciento a 5 por ciento.

El informe del viceministro de Defensa Civil presentada en esta semana se dio a más de un mes de que el ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico, señalara que la sequía se registró en los nueve departamentos del país y en 141 de los 339 municipios.

Para atenuar los efectos de la sequía, la oficina de Defensa Civil decidió el desplazamiento de cisternas al Chaco, para garantizar el suministro de agua, especialmente para el ganado, según Cabrera.

De acuerdo con el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, los efectos de la sequía dañaron el 6,4 % de las 1.8 millones de hectáreas sembradas en la campaña agrícola de verano, entre septiembre 2015 y marzo 2016, y garantizó el abastecimiento interno de alimentos.

Cocarico explicó que en la producción de invierno se reportó una pérdida de 137.000 hectáreas de las 935.000 sembradas y agregó que la producción de oleaginosas representa 14 % del total de la producción.