Con la desobediencia debida

Cuando hay una diferencia de más de 29 segundos, importante distancia en la F1, y cuando el monoposto presenta un problema técnico es necesario arriesgar, caso contrario se pierde la victoria, mas aún, cuando se recibe una orden del “equipo” de entrar a repostar los neumáticos porque en consideración de ellos era demasiado riesgo seguir en carrera, la decisión del piloto es la que vale y así fue.

Nico (Rosberg) desobedeció y siguió en competencia y logro aventajar al australiano Ricciardo por 489 milésimas.

Con ese indicio el “bávaro” Nico Rosberg ganó su vigésima segunda competencia en la F1, además celebró sus doscientas participaciones en la categoría reina del automovilismo deportivo con triunfo y esto tiene valor doble, considerando que el piloto alemán en la presente temporada tiene una propuesta, el título; si bien, su estrategia le sirvió hasta el final en Singapur también le sirvió para consolidarse en

el primer lugar del ranking mundial.

Rosberg afecto a carreras complicadas y a marcar hazañas sobre cualquier circuito, dio otra muestra de talento y tenacidad al vencer en Singapur, exigencia que a priori no parecía una tarea demasiado viable.

De hecho, cuando los favoritos ganan continuamente- incluso si una vez cumplieron el rol de los desvalidos-comienza a ganarse el disgusto general y se

les atribuye el lugar de los villanos que arruinan un deporte, se dice que hay poco

afecto en el paddock para Mercedes, los acusan de arrogancia. La pregunta, ¿cuánto afecta el hecho de que Mercedes gana todo el tiempo?

Sebastián Chávez