Al imperio, con respeto

Dice el INE que en mayo y junio pasados las importaciones que hizo Estados Unidos desde Bolivia fueron superiores, en valor, a las que hizo Brasil.

Sí, el imperio es el primer consumidor de bienes bolivianos. Quizá convenga, por lo tanto, tratarlo bien, por aquello de que el cliente siempre tiene la razón.

Dadas las intenciones del gobierno de Michel Temer, cuyo apellido inspira las acciones de su canciller, José Serra, las importaciones que haga Brasil a partir de 2019 se podrían derrumbar.

Serra ha puesto en horma a Venezuela en el caso Mercosur y tiene la intención de hacer lo mismo con todos los socios del Foro de Sao Paulo, comenzando por el propio Lula da Silva.

Las compras brasileñas caerían en valor incluso si se mantuviera el volumen de gas que Bolivia vaya a enviar. Es que ahora, la negociación del precio estará en manos de muy duros representantes de las empresas privadas que venden en ese país el gas boliviano.

Hace dos años, cuando el precio del gas era el triple del de ahora, las compras de Brasil sumaban alrededor de 350 millones de dólares por mes, pero ahora están en el margen de 100 millones, que es donde las compras de Estados Unidos las han superado.

En cuanto al otro imperio, la China, pues no tiene mucho interés en comprar productos bolivianos. Sus importaciones procedentes de nuestro país ni siquiera llegan a 30 millones por mes.

Pero algo tiene ese imperio que les gusta a nuestros líderes. Será el color rojo de su bandera, que es lo único rojo que tiene esa potencia capitalista manejada por un partido comunista.

Tampoco se puede esperar que los chinos compren la droga boliviana, porque ellos fueron inducidos por los ingleses a consumir otra droga, de la región. Son más inclinados a los narcóticos que a los estimulantes.

Las ventas bolivianas a Argentina habían sido de 250 millones de dólares en enero de 2014, pero ahora están apenas por encima de los 50 millones mensuales.

En ese caso, las exportaciones ilegales son las más importantes, aunque no figuran en las estadísticas. Hace pocos días un cargamento de 865 kilos de cocaína boliviana fue capturado en Salta a bordo de un camión, y volúmenes menores, que iban a bordo de los intestinos de algunos pasajeros bolivianos, también fueron decomisados.

Las exportaciones ilegales se mantienen muy vigorosas.

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