Ministros Ferreira y Paco, ¿discriminados?

La Ministra de Informaciones ya no informa nada. No queda claro cuál es su rol dentro del Ejecutivo. Cuando hay cosas importantes para comunicar a la opinión pública, la reemplazan por otros voceros. Si hay que echar más leña al fuego en algún conflicto, sale Juan Ramón Quintana. Si hay que explicar algún temita de gestión sale el vicepresidente Álvaro García Linera. Si hay que atacar a la oposición sueltan a Reymi Ferreira, estos días en una sola descarga le dijo a un diputado de la oposición: “proxeneta”, “llunku”, “infeliz”, “cobarde”, “mentiroso”.

Para no quedarse al hielo, Marianela Paco ha hecho una jugada maestra y ha vuelto a las noticias. Ha abierto juicio contra unas 9 personas acusándolas de discriminación. Ahora ella es productora de información y de hechos políticos, se ha declarado discriminada. Y puede ser verdad, pero la discriminación viene desde el PODER, ella debería reclamar a sus jefes que no le quiten sus funciones, que la dejen dar conferencias de prensa para informar. ¿Será que no le tienen fe? ¿Por qué no dejan que ella informe? ¿Por qué las cosas importantes las dicen otros ministros o el propio Vicepresidente? Ahí está, señora Ministra, la discriminación, ¿será que el gobierno no confía en una ministra como usted, con su cultura y su atuendo, para informar?

Lo que está pasando en Bolivia, es muy simple. Desde febrero, desde que perdió el referendo, el Gobierno no da pie con bola. Toda la gestión la han enfocado en desquitarse contra los que votaron por el NO, que fuimos y somos la mayoría de bolivianos. Las acciones del gobierno se limitan a inaugurar obras y a pelearse con la oposición, con CNN, con Brasil, con Argentina. En lo interno, la señal es clara, más juicios a la oposición, juicios a los periodistas y ajustes de cuentas a los ciudadanos que los cuestionan desde las redes.

El Gobierno cree que si aplasta a algunos periodistas y políticos, entonces recuperará la moral. Por eso ante una palabra mal dicha o mal entendida saltan los juicios. Incluso si la palabra es inocente, el diputado Rafael Quispe le dijo a Reymi Ferreira “sarna” y el ministro aprovechó para salir a ofrecer juicio. En la cámara le hemos preguntado al colega Quispe si lo quiso insultar, es decir si le quiso decir “sarnoso” y él explicó que no, que no se refería a que Reymi Ferreira tuviera alguna sarna especial como se podría pensar, sino que era “un sarna”, por no cumplir con el servicio militar. Pero quizás el ministro confundido seguramente por las palabras, ya implementó un juicio penal. Y no debería ser así, un ministro gana unos 20 mil Bs, y esa platita se le paga para que trabaje por el país, no para que esté haciendo juicios por temas de sarna.

Pero aquí hay gato encerrado. Reymi Ferreira tiene un problemita muy serio. El usa una Libreta Militar con el número 011871. Y hay otro ciudadano boliviano llamado Alberto Guzmán Forenza que también tiene la Libreta Militar número 011871. Y el diputado Rafael Quispe mostró una certificación oficial de esta irregularidad. No se trata de una denuncia en falso, el documento que mostró el diputado Quispe es original y legal, emitido por una autoridad competente y dice que “revisados los archivos en esta región militar” se constató que el Ministro de Defensa de Bolivia tiene un número de libreta duplicado. Por un caso similar (exactamente igual) a mí me han enjuiciado abusivamente.

Reymi Ferreira en lugar de responder, ha recurrido a lo que hacen hoy los ministros, se hacen a los discriminados y meten juicio. Lo curioso es que ellos insultan y nadie les dice nada. Pero no hay que negar que son astutos, o por lo menos sus asesores de comunicación les aconsejan bien. Está claro, le dijeron: “en lugar de responder por esa irregularidad, hágase la víctima, diga que lo han insultado, que lo discriminaron, que le dijeron sarna y que usted no es sarnoso, diga esito, Ministro”. Así de vivos son los masistas.

El autor es Senador de la República Plurinacional.