Fama de niños dibujantes de Sucre trasciende fronteras

Sucre, (especial).- “Antes era uno solo, muy pequeñito; que según decían, dibujaba para llamar la atención de los transeúntes y ganar unas monedas para ayudar a su madre. No pasaba ni de los cuatro años de vida; tal vez no sabía ni leer ni escribir, pero dibujaba hermoso. Ahora son varios niños que hacen ese trabajo y las calles se ven bonitas, con colores, con formas. Son los niños dibujantes de Sucre, que de a poco se convierten en una tradición local”, afirmó a EL DIARIO Carlos Gandarillas, un ciudadano, que como miles, no deja de admirar la habilidad de los pequeños artistas.

En los últimos meses, las calles de la Capital se han convertido en un semillero de nóveles dibujantes cuyo lienzo son las calzadas y las aceras.

En cercanías de la plaza 25 de Mayo se asientan a determinadas horas del día, niños que dibujan para ganar unos cuantos centavos.

EL DIARIO conversó con algunos de ellos, que expresaron que “realizan esta faena porque les gusta dibujar y porque se gana bien”.

Armando es un pequeño de ocho años, que indicó que “recién se dedica a este negocio porque antes pintaba en su casa y le dijeron que lo hacía muy bien y que podía ganar dinero si lo hacía para un público más amplio”.

“Mi mamá me ha dicho que si quiero, puedo pintar, ella no me obliga; pero lo que hago es ayudarla; gano hasta Bs 50 por día, pero también tengo que comprarme tizas de colores para seguir haciendo mis dibujos. Lo demás se lo doy a mi mamá; para mí no compro nada”, afirmó, mientras componía una sinfonía visual con el asfalto, sus pequeños dedos y los trazos de tiza.

Beatriz es otra de las artistas que dijo “sentirse muy feliz cuando admiran sus obras”. “Ahora están de moda ‘los pokemones’ y eso dibujo, a veces saco modelos de revistas y otras de mi cabeza. Pero me gusta mucho que me digan que dibujo bonito y que me regalen moneditas.”, afirmó.

“Trabajo hace muchos aquí; no me acuerdo desde cuándo, pero lo que si me acuerdo es que mi prima me dijo que viniera a dibujar porque lo hacía bien. Es también mi prima quien me consigue las tizas; creo que las trae de su colegio.”, testimonió.

Aunque Beatriz también estudia, asegura que su principal actividad- por ahora- es trabajar, porque con el dinero que consigue en la calle puede ayudar a su familia para comprar alimentos.

“Ahorita somos cuatro niños que trabajamos dibujando; hay uno que es bien chiquitito, pero igual raya. A la gente le gusta mirar nuestros ‘cuadritos’, muy pocos nos riñen- eso es lo bueno. Pero quienes lo hacen es porque no saben admirar el arte”, irrumpió Armando; quien después de una breve concentración, recién dejó ver el “pokemon” que acababa de crear.