“El humor es tan importante para motivar y animar”

“Ni me pregunten de matemáticas o física, porque eso nunca estudie” nos dijo Cacho Mendieta, ni bien iniciamos nuestro encuentro en el marco del programa “La entrevista que siempre soñé” impulsado por la Fundación para el Periodismo. Llegamos algo nerviosos, queriendo conocer algo más de su vida e inquietudes y cuando le preguntamos sobre lo que es el humor nos dijo: “Sin humor, nuestro hígado se haría pelota” y así empezamos a conversar. Nos contó que dedicó toda su vida al arte, ya sea como comediante, locutor o escritor y nos confesó que también es cinturón negro en artes marciales.

P.- ¿Qué despertó en Cacho Mediante el amor por las tablas y de dónde viene tu nombre?

R.- Bueno, me inicie de niño. Primero en concursos de cuentos ya que me gustaba imitar voces y personajes destacados de cada época. A los 10 años trabajé en la revista “Dislocada” de radio Cóndor. Al volver de Argentina, le halle el gusto a ese dragón hambriento llamado micrófono. El estar encima de un escenario era todo para mí; soy adicto a los aplausos. En 1951 se emitía un programa denominado: “Cachito y el patiosucha para piedra” que encarnara el papel de una wawa, y de esa forma me quedé con el sobrenombre de Cacho que lo llevo con mucho cariño, como un legado de ese gran personaje.

P.-¿Qué siente al participar en un programa de humor político y social como “Confidencias”?

R.- Me siento feliz de encarnar a cada personaje de la palestra política. Fue en el 89, aproximadamente, cuando me invitaron a personificar a los actores políticos.

P.- ¿Cómo fue tu experiencia en la interpretación de diferentes personajes en películas como “Quién mato a la llamita blanca”, “American Visa” y “Corazón de Jesús”?

R.- Me satisface participar en filmaciones personificando a elementos de nuestra cultura. La caracterización es innata, desde el cambio de personajes hasta el cambio de la voz. Tengo cierta versatilidad en la interpretación de voces muy peculiares. Yo nunca he asistido a una academia de actuación. Lo hice con mucho amor, ya que todo lo que uno hace con amor y pasión, sale bien.

P.- En el mundo contemporáneo vivimos envueltos en el estrés y a un ritmo muy acelerado, ¿cuán importante es el arte de reír y hacer reír a los demás?

R.- La risa está inmersa en todas las facetas de nuestras vidas, en la propia vocación de la vida. Recuerdo que en mi colegio los profesores llegaban con su ceño fruncido y nos saludaban jóvenes buenos días, saquen papel y lápiz, tenemos examen sorpresa. Yo caricaturaba a mis profesores y compañeros. El humor es tan importante para motivar y animar a los demás. Yo era malo, pero malo en historia. Un día de esos, la profesora de historia me dice: A ver, joven Mendieta, dígame quienes fueron los presidentes de Bolivia de 1827 a 1935, por decir, yo le respondí: Va a disculpar maestra, mire yo no me meto en asuntos ajenos, y me hice expulsar por dos días de clase.

P.- En la vida de Cacho Mendieta, ¿qué significa la radio?

R.- Significa mucho porque ahí, prácticamente, se inició mi carrera.

P.- ¿Cuál cree que es la fortaleza de Bolivia en el arte y la cultura?

R.- Nuestra cultura es rica, tenemos tanto talento y diversidad. Creo que se fomenta poco el arte, ya no hay muchos teatros y salones de pintura. Es difícil para las generaciones presentes promocionar el arte.

P.- ¿Cual el legado que le deja a su familia?, ¿Les enseño a ser artistas?

R.- Sí, mis tres hijos actúan y hacen radio; y es un honor compartir con ellos los escenarios y programas radiales.

P.- ¿Cuántos monólogos hizo y cuál de ellos le gusta más?

R.- Uyyy ya no tengo idea de cuántos personajes desplace por los escenarios, desde un niño hasta el pariente cruceño que antes yo le llamaba Vaca Diez y que ahora se llama Vaca 6.96, ya que va fluctuando con el dólar.

P.- ¿Cómo fue su incursión en la música?

R.- Hago música de manera innata ya que tampoco ingresé a alguna academia aunque mi abuela me decía que de cantina en cantina iba a andar. De ahí nace mi motivación para incursionar en la música criolla y tradicional de nuestro pueblo, de ahí sale Rupay.

P.- ¿Qué mensaje nos da a los jóvenes? ¿Qué no dejemos de sonreírle a la vida?

R.- Qué bella expresión la tuya y en efecto lo primero que hay que hacer es tomar todo con cariño y en lo que se propongan hacer, háganlo con mucho cariño y amor y lo harán bien.

P. Sabemos que recibiste muchos reconocimientos y lauros. ¿Cuál es el que más te gusta?

R.- Todos son importantes, los llevo en mi corazón porque hicieron que salga adelante. Me llena, me enaltece y me congratula que ustedes hayan venido aquí para que podamos estar en esta simpática entrevista. Gracias por hacer de nosotros personas que mejoran día a día.

La despedida fue dilatada, con abrazos, fotos y la entrega de los recuerdos que le trajimos desde nuestro querido pueblo: Café coroiqueño, una chuspa y alegorías representativas de Coroico. No podía ser de otra manera.