Publicidad sexista

Muchos anuncios publicitarios hechos en Bolivia son mediocres. Basta ver los spots en TV, elaborados sin criterio alguno, bastante repetitivos, sustentados en un humor mal hecho y con cursis dramatizaciones populares.

Tan mediocre es la publicidad que utiliza el audio de los spots para pasarlo por radio, ignorando que los anuncios comerciales para televisión tienen una narrativa visual y cuando el audio de estos comerciales se pasa por radio, el oyente promedio no entiende, no presta atención y (por lo tanto) el resultado es un anuncio perdido.

La innovación está ausente, la falta de creatividad es latente, escasean las ideas y, como primer y último recurso, los publicistas apelan a la imagen femenina.

Algunos malos publicistas creen que cualquier producto (por más inocuo que sea) se venderá más si en la envoltura, en la etiqueta, en el empaque, en el arte o en el spot, va la imagen de una mujer (generalmente con poca ropa).

Esta publicidad sexista es una ofensa a la dignidad no sólo de la mujer, sino a la dignidad humana.

María Galindo (Mujeres Creando) llama a este fenómeno “cosificación” de la mujer. Es decir, la publicidad convierte a la mujer en “una cosa”, en un simple adorno para vender.

Pero el tema no acaba en la publicidad, varios programas televisivos de mala calidad, apelan a señoritas (modelos) para que sonrían tontamente a las cámaras, bailen y hagan el ridículo exponiéndose con ropa ligera.

Esta utilización burda de la mujer es parte de la violencia contra la misma mujer. Es una muestra más de la decadencia de los valores humanos, de la comunicación (en general) y de la publicidad (en particular).

(*) Director de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación.

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