Hablemos de las mentiras

El Gobierno está empeñado en demostrar que la prensa miente. Su estrategia es ir con todo y hacer que los periodistas se retracten de lo que dijeron. Esta semana le tocó el turno a Humberto Vacaflor, Amalia Pando, Roxana Lizárraga y vendrán más.

¿Le ayuda esto al Gobierno? NO. Más bien esta manera de llevar el debate político hacia la mentira nos ayuda a nosotros, a los ciudadanos, porque nos permite refrescar la memoria con las mentiras de Evo Morales y Álvaro García Linera. Los dos se han mandado buenas mentiras; mentiras de esas llamadas de “grueso calibre”.

La mentira más grande de Evo fue decir que respetaría la decisión del pueblo en el referéndum constitucional, vemos con tristeza cómo todo el aparato Estatal procura irrespetar la Carta Magna y al mismo tiempo ignorar la voz del pueblo; segunda mentira de Evo decir que fue “zapatista” por un corto tiempo. Que él y Gabriela Zapata fueron pareja hasta 2007 y que no la volvió a ver más. Y de repente lo pescaron y salió la foto de los dos abrazados en el carnaval de Oruro de 2014. Pero ya desde el principio Evo mintió, el 2005 dijo estoy soltero, “casado con Bolivia”, y no era así, ya en ese entonces era novio de la jovencita que después terminó como representante de la empresa china CAMC, con 566 millones de dólares en contratos.

En estos días muchos periodistas han hecho listas de las mentiras de Evo y Álvaro, pero varios se equivocan. En lugar de mentiras, enumeran las obras con las que Evo no pudo cumplir y ahí hay un error. Una cosa es “mentir” y otra “no cumplir”. A veces los políticos en función pública ofrecen cosas que no se cumplen por distintas razones, a veces por la ineficiencia. Pero eso es hacer “falsas promesas”, ser mentiroso es otra cosa. Ser mentiroso es decir, “la wawita nació”, “el Presidente le tocó la pancita”, esas son mentiras de verdad, mentiras de masistas.

El caso de Álvaro García Linera es peor. Se hacía pasar por Licenciado en Matemáticas y había sido sólo bachiller. Esta mentira es grave porque sacó su documentación personal: CI, “Libreta de servicio militar”, certificado de matrimonio, incluso en su hoja de vida oficial, se hace pasar por Licenciado, cometió falsedad material e ideológica, pero mientras dure el poder es impune.

Hay veces que Evo y Álvaro mienten a dúo, como el dúo Los Panchos y sus mentiras son bien Panchas: mintieron con la nacionalización y solo cambiaron de contratos; mintieron diciendo que eran indigenistas y después vino la masacre de Chaparina, mintieron cuando dijeron que gobernarían sin muertos y ya van 70; mintieron cuando dijeron que respetaban la Pachamana y quieren destruir el Madidi; mintieron con la supuesta austeridad y se compraron aviones y viajan como si fueran jeques petroleros.

Hay mentiras que sabemos que están ahí, pero como hoy son dueños de la justicia todavía no los podemos pescar. El periodista Raúl Peñaranda ya dio el campanazo: ¿quién es el dueño de ATB, La Razón, Full Tv? ¿Quién es el dueño de Gravetal? Algún día se sabrá.

Hay otras mentiras gravísimas que solamente se aclararán cuando Evo Morales deje el Gobierno: ¿Quién montó la masacre del Hotel Las Américas? ¿Quién montó la masacre de Pando? Por estas dos causas ha muerto gente y hay decenas de presos. Algún día, cuando la democracia sea plena se sabrá. Llegará el día en que veremos cómo el masismo se retracta y explica sus mentiras ante una nueva Justicia. El tiempo está del lado de la democracia y la verdad, el tiempo corre, están desesperados porque la verdad se impondrá.

El autor es Senador de la República Plurinacional.