Suspenden audiencia de recusación en caso Alexander

El juez Sixto Fernández, del Tribunal Primero de Sentencia, informó que la audiencia donde se debe tratar la recusación planteada por la Fiscalía en contra de dos jueces, que llevan adelante el juicio oral del Caso Alexander, fue suspendida hasta el viernes 14. La mora procesal es atribuida a la fiscal Susana Boyán.

El miércoles debía llevarse adelante una audiencia por la recusación presentada por Boyán el viernes 30 de septiembre en contra de la presidenta del Tribunal Décimo de Sentencia, Patricia Pacajes, y el juez técnico, Roberto Mérida, en la que señala que los mismos se parcializaron con la parte acusada y distorsionaron el procedimiento de la obtención de pruebas extraordinarias.

PROCEDIMIENTO

De acuerdo con artículo 28 de la Ley 025, de control judicial, sobre las limitaciones por recusaciones, la tercer miembro del Tribunal, Gladis Guerrero, debía convocar a dos jueces de otro juzgado para que ellos dicten fallo sobre la recusación que Boyán planteo contra sus dos colegas.

Uno de ellos, Sixto Fernández señaló que si bien la audiencia se había instalado, la misma fue suspendida para el próximo viernes debido a la falta de documentación y audios que Boyán había requerido del juzgado. Además que pedía la notificación a sus testigos.

Dentro del caso Alexander, figuran como acusados de los delitos de supuesta violación, incumplimiento de deberes y encubrimiento de la muerte del menor de ocho meses, los médicos Sandra M. C. del Hospital del Niño, y Jhiery F. S. del Hogar Virgen de Fátima, además de la enfermera Lola R. O., todos de turno en ambas instituciones la madrugada del 13 de noviembre de 2014, cuando fue reportado el hecho.

RECUSACIÓN

Para Suleika Lanza, abogada de Sandra M. C. la recusación no tiene fundamentos, y en su criterio, Boyán plantea este recurso con el fin de llevar a cero todo el juicio.

Cristian Alanes, abogado del médico Jhiery F. S. principal acusado en este caso.

Alanes sostiene que la recusación de Boyán, es una acción desesperada que pretende destruir la integridad del Tribunal y lograr que no se devele la verdad material e histórica de los hechos, más aún cuando el juicio está ingresando en la parte final, pero con un resultado adverso para la Fiscalía.