Canciller Wang Yi asegura respeto a normas bolivianas

El canciller de la República Popular de China, Wang Yi, durante su breve visita a Bolivia, reconoció que existen empresas chinas que tienen problemas en acatar las normas laborales debido a temas de “costumbres”, pero se comprometió a que se someterán a la legislación boliviana, afirmó el ministro de Obras Públicas, Milton Claros.

“Más allá que estemos trabajando con crédito chino, ellos deben cumplir con toda nuestra normativa, algo que ha reiterado en muchas oportunidades el canciller es que se va a cumplir y se van a someter a la normativa y a la legislación boliviana. Las empresas chinas no tienen ningún privilegio, todos vamos a cumplir la ley; el Estado, las empresas chinas y el Gobierno chino (…) porque de eso se trata”, señaló.

El Gobierno chino le expresó al Estado boliviano su disposición de aprobar créditos hasta $us 10.000 millones, con la condición que sean empresas chinas las que ejecuten las obras y proyectos de infraestructura, no solo en carretera, sino también en las áreas aeroportuaria y ferroviaria.

En cuanto a las denuncias de explotación laboral por parte de los obreros del tramo contratados por la china Sinohydro para construir el tramo Padilla-El Salto que derivó en multas, Claros dijo que “evidentemente (el canciller) reconoce que hay un tema de costumbres, hay un tema de identidad muy marcado, ellos tienen una manera de trabajar, pero desde el momento que ellos han venido a Bolivia, tienen que adecuarse a la normativa nacional”.

El titular de Obras Públicas señaló que el compromiso del canciller chino fue de dialogar con las empresas para reiterarles la instrucción inicial “de cumplir con las normas laborales y respetar las costumbres y usos en Bolivia”.

La china Sinohydro fue multada con 120 mil bolivianos por incumplimiento a normas laborales. Luego de un proceso de conciliación se logró que la firma extranjera aceptara pagar horas extras y la contratación de hasta 12 traductores en la obra figuran entre los logros más destacados por los obreros bolivianos.

Con la intervención del Ministerio de Trabajo se logró instalar la junta de conciliación para atender el conflicto colectivo entre la empresa y los trabajadores que denunciaron malos tratos, explotación laboral e incumplimiento de normas de seguridad laboral, entre otros aspectos.

La empresa china se comprometió a atender las demandas laborales del sindicato de trabajadores y a responder hasta el 10 de octubre, dos puntos pendientes del pliego.