El espejo prehistórico de aguas saladas
• Secuencias en el nivel del Lago Sagrado registradas durante milenios muestran el comportamiento de sus aguas, que son afectadas hoy por la contaminación medioambiental generada por las poblaciones ribereñas y por la explotación minera.
Las variaciones registradas en el nivel del espejo de agua del Titicaca son más evidentes en el lago Menor o Wiñaymarka (Pueblo Eterno) en relación al lago Mayor o Chucuito, por su baja profundidad y porque las épocas de altas precipitaciones pluviales y los periodos secos, ocasionan el aumento y reducción en extremo de su superficie. Estos cambios provocaron su desaparición hace más de 10 mil años antes de Nuestra Era.
Tal conclusión corresponde al investigador y defensor de los derechos medioambientales, Edwin Conde Villarreal, quien revisó y comparó varios estudios científicos sobre la carga hídrica del lago, Wiñaymarka. “Las referencias sobre el comportamiento del recurso hídrico en los últimos 25 mil años, revelan transformaciones que ocasionaron inclusive la anegación de estructuras líticas de civilizaciones prehispánicas en el fondo del lago sagrado”, explica.
ORÍGENES
El investigador, describe que algunos estudios coinciden que el Lago Titicaca, tuvo su origen por las mismas fuerzas tectónicas que elevaron las cordilleras occidental y oriental de los Andes y que el Lago Sagrado del Sistema TDPS (Titicaca, Desaguadero, Poopó –desaparecido este año– y salar de Coipasa en Oruro). Es lo que queda de un gran lago prehistórico con aguas saladas y fauna marina, que sufrió una serie de transiciones durante milenios de años, hasta conseguir su actual cota de 3810 metros sobre el nivel del mar.
En una revisión del texto “La Civilización Andina” (1991) del malogrado escritor boliviano, Hugo Boero Rojo –dice el investigador– se destacan los resultados de la misión del Instituto Francés de Investigación Científica para el Desarrollo (ORSTOM por sus siglas en francés) y de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
PALEOLAGO
“El estudio describe que entre el año 11.000 al 9.000 antes de Nuestra Era, se registró la presencia del último paelolago o lago prehistórico, denominado ‘Tauca‘, y cuyos lechos sedimentarios estaban cinco metros más altos que los del actual Titicaca”, agrega.
Explica que, Boero Rojo elaboró una Tabla de Secuencias del nivel del Titicaca que la relaciona con el desarrollo de las culturas andinas, detalla en ella que durante este periodo “se establecen en la región lacustre pueblos de cazadores y pescadores, que dependían de los camélidos, aves acuáticas y peces para sobrevivir”.
WIÑAYMARKA
En las secuencias del Titicaca –explica el investigador–, Boero Rojo revela que entre el 9.000 a 7.000 años Antes de Nuestra Era, se inicia un ciclo con pobres precipitaciones pluviales y el nivel de las aguas descienden, paulatinamente, hasta que se registra una gran sequía entre los años 7.500 y 7.000 Antes de Nuestra Era, lapso en el que el nivel de las aguas baja, por lo menos, 54 metros, pudiendo ser la mayor en la historia.
“En este periodo no existe el lago Wiñaymarka. No hay comunicación entre las dos cuencas lacustres y las aguas son saladas”, puntualizó, Boero Rojo.
Mientras que en otro estudio denominado “Escenarios Paleohidrológicos y Paleoclimáticos de los últimos 25.000 años en los Andes Bolivianos” de Jaime Argollo, investigador de La Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y Philippe Mourguiart de ORSTOM –consultado también por Conde Villarreal–, se revela un primer desecamiento progresivo del lago Menor, pero ocurrido milenios más antes, entre el año 25.000 al año 18.000 antes de Cristo. Este acontecimiento correspondería al final de la fase prehistórica Minchín localizada en las cuencas sur.
La investigación detalla también, que aproximadamente entre el 10.500 a 8.000 años antes de la era cristiana –casi coincidiendo con la Tabla de Secuencias del Titicaca de Boero Rojo–, “se produce un nuevo desecamiento del lago Wiñaymarka, acompañado de un retroceso acelerado de los glaciares”.
La reconstrucción climática del Altiplano boliviano (Andes Centrales) de los últimos 25.000 años de Argollo y Mourguiart publicado en 1998, proviene del análisis de la fauna de los ostrácodos, que son una clase de crustáceos de muy reducido tamaño, muchas veces microscópicos. Se conocen unas 13 mil especies actuales y se estima que se han descrito 65 mil especies fósiles.
ESPLENDOR DE TIWANAKU
Del 4.500 a 2.200 años Antes de Nuestra Era, concluye la sequía y se producen mayores precipitaciones pluviales, el Wiñaymarka tiene agua sólo en la fosa de Chúa y las aguas son dulces. Mientras que en los lechos secos del lago Menor y la península de Taraco se establece la cultura Chiripa, y hacia el año 2.200 Antes de Nuestra Era en directa relación con la creciente del Titicaca, la cultura Tiwanaku inicia su esplendor.
Hacia el 2.200 Antes de Nuestra Era, se inicia una época con mayores precipitaciones pluviales y el Wiñaymarka se dilata, nace el río Desaguadero y el nivel lacustre se mantiene hasta el presente. Mientras que entre el 2.200 a 1.800 Antes de Nuestra Era, los cultivos y ayllus de la cultura Chiripa son arrasados por la aguas del lago que crece inexorablemente.
LODO Y TOTORALES
Según Hugo Boero Rojo, escritor cochabambino fallecido en 1994, relató que durante este periodo los templos como el de Ojje se anegan y quedan bajo el agua y Tiwanaku alcanza su máximo esplendor pero “sus orígenes se pierden entre el lodo, los totorales y algas del actual Wiñaymarka.
Por su parte, Conde Villarreal destaca la importancia de conocer las secuencias registradas en el Lago Sagrado, para comprender que los ecosistemas acuáticos se conformaron en milenios de años y que ahora están en riesgo junto a una fauna única, porque corre el riesgo de desaparecer por las actividades del hombre que ocasionaron la contaminación ambiental que también alteró los sistemas de vida de las poblaciones.
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