Vecinos repudiaron excesos de la agrupación Mujeres Creando

Los transeúntes que presenciaron el pintarrajeado de paredes que realizaron miembros de la agrupación Mujeres Creando manifestaron su repudio y rechazo por esta acción de esta organización femenina, que dirige la activista María Galindo. Mientras algunas personas criticaban esta labor, un pequeño sector exteriorizó su apoyo a esta posición.

Muchos de los ciudadanos que se quedaron a leer los mensajes criticaron los mismos, que hacen una alusión crítica a la religión, el feminismo y el Estado.

De acuerdo con la percepción de la ciudadanía la imagen más criticada es la de un Jesús cargando una cruz en forma de tres penes, la misma que fue rechazada y censurada. También es criticada la figura de una virgen en una actitud desafiante mostrando el dedo del medio y otras que provocaron el repudio de los peatones circunstanciales que circulaban por el lugar.

Para muchos de los ciudadanos estas imágenes y mensajes violentos no son trabajos artísticos, por el contrario expresan un manoseo de la libertad de expresión y se constituye en un insulto para las creencias que se practican en nuestro país.

“En realidad lo que hicieron no me parece artístico, por el contrario considero que es ofensivo para la mujer y para las madres, que luchamos por el respeto a nuestros derechos”, expresó una de las ciudadanas.

Galindo recibió todos los reclamos de algunos transeúntes, que se encontraban por el lugar. Ella contó que recibió una invitación para participar de la Bienal de Arte SIART 2016 y que una de sus condiciones, para hacerlo fue tener este espacio para trabajar este mural. Explicó que centraron su interés en la Iglesia y el Estado porque las identifican como dos “instituciones patriarcales”.

De acuerdo con una publicación de ANF el ministro de Culturas, Marko Machicao, comentó a través de su cuenta de Twitter señaló que no se puede regular el contenido del arte y que es la sociedad la que se autorregula.

“Respecto al mural de Mujeres Creando: como Estado propiciamos el espacio (de la Bienal) pero no debemos regular el contenido. La sociedad se autorregula”, apuntó.