Los herederos del Che

(Resumen de un artículo publicado en abril de 2008). El caudillo Evo Morales, convertido en presidente de Bolivia, hace homenajes al Che Guevara, el guerrillero ejecutado en 1967 en La Higuera por el ejército boliviano.

Le hace homenajes, pero su propio éxito es una demostración de que el Che estuvo equivocado, o que por lo menos no hizo un buen análisis de la situación cuando lanzó su foco guerrillero en Ñancahuazu.

Si se trata de liberar territorios para cualquier fin, ya sea para hacer revoluciones, crear por lo menos un Vietnam o simplemente zonas donde no se apliquen las leyes del país, el foquismo guerrillero es un método errado. Así lo ha demostrado Morales, en contra de la tesis del Che.

Tener, como las FARC de Colombia, todo un ejército para crear un vacío de la vigencia de las leyes en cierto territorio, es muy complicado. Es más fácil organizar sindicatos de productores de algo ilegal.

Con el método del Che, o de las FARC, se tiene un cuerpo militar que se debe comandar y alimentar. Esta es una gran incomodidad logística que terminó convirtiendo a las FARC en una banda de secuestradores y narcotraficantes.

Para inventar el método pragmático de evitar la vigencia de las leyes en un territorio sin tener que reclutar un ejército de mercenarios, lo que hizo Morales fue aplicar en la zona la vieja tradición sindicalista boliviana. Una peculiaridad de esa tradición es que para ser sindicalista en Bolivia no se necesita ser asalariado. Ni tener, por supuesto, un empleador común.

Los mineros que llegaron al Chapare tenían algún recuerdo del Che Guevara. Ellos mismos o sus padres habían organizado, en 1967, grupos de apoyo a la guerrilla. O tenían parientes entre los muertos que causó la “masacre de San Juan”.

Cuando llegaron las noticias de Ñancahuazu, los mineros habían decidido aportar con un día de jornal para ayudar a la guerrilla, además de aportarle combatientes.

Morales había ganado unos cuadros sindicales invalorables cuando llegaron los mineros. Fueron los que le ayudaron a organizar los bloqueos salvajes de carreteras. El aprovechar esos bloqueos para sacar la droga en avionetas, fue aporte de colombianos.

Los cocaleros movilizados no llegan a ser una guerrilla. Son solamente comandos de ajusticiamiento pero que operan con la táctica de los guerrilleros, de golpear y replegarse. Como los golpes que los cocaleros siguen dando ahora a la policía con virtual impunidad.

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