• Un día como hoy, en 2003, culminaba la denominada “Guerra del Gas”, hecho que dejó como saldo 68 personas fallecidas y más de 400 heridos. • La ciudad de El Alto fue el campo principal para la lucha que concluyó con la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada y la protección de los recursos naturales.
Octubre de 2003 fue el mes que cambió la identidad de la urbe alteña, una fecha que transformó la vida de decenas de familias que lucharon en defensa de los recursos naturales del país.
A pesar de este sacrificio de la población, hoy, a 13 años de que se decretara la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada y su huida del país, las carencias y retraso para la ciudad que los alberga continúan, lo que causa molestia entre los alteños quienes exigen que se cumpla con las promesas de progreso.
El malestar en el pueblo boliviano se mostró, en primera instancia, en febrero del mencionado año, luego de que se dictaminara el denominado “impuestazo” al salario, lo cual incluso desencadenó una guerra entre policías y militares.
Sin embargo, la lucha se encendió meses después con el anuncio de la exportación de gas boliviano a Estados Unidos por puertos chilenos, lo que ocasionó malestar en la población y un rechazo total a la medida.
Frente a las circunstancias, los sectores sociales inician sus medidas de presión con bloqueos de caminos y paros cívicos, medidas que terminan siendo reprimidas por el gobierno de entonces, logrando, en solo cuatro días, casi 70 fallecidos en El Alto, Ventilla y Warisata, además de aproximadamente 400 personas heridas.
Posteriormente, las demandas fueron más allá, ya que, debido a las circunstancias, no solo era el tema de la exportación del gas, ni de la industrialización, sino que exigían la renuncia de Sánchez de Lozada.
PERSONAJES
Felipe Quispe, más conocido como el “Mallku”, Evo Morales, actual presidente del Estado, Mauricio Cori, dirigente de la Federación de Juntas Vecinales de la ciudad de El Alto y Jaime Solares, máximo dirigente de la Central Obrera Boliviana en ese momento, fueron algunos de los principales personajes que encabezaron las medidas de protesta.
Sin embargo, se debe destacar que el principal actor de esta lucha fue el pueblo alteño que, con su valentía, ofrendó vidas de adultos, jóvenes e incluso niños en defensa de los recursos naturales.
Ellos invadieron las principales avenidas de su ciudad y la sede de Gobierno bloqueando y protestando contra las medidas del Gobierno. Militares y policías los enfrentaron sin resultado porque el coraje que este pueblo le demostró al mundo fue más fuerte que cualquier imposición.
En esta ocasión los alteños salieron a las calles para gritarle al mundo que estarán siempre de pie y nunca de rodillas.
DEMANDAS
En la actualidad, las deudas y las promesas de las autoridades gubernamentales continúan pendientes, por lo que el cabildo vecinal, organizado por una de las Federaciones de Juntas Vecinales y realizado la semana pasada, determinó exigir al Gobierno central el cumplimiento de la Agenda de Octubre, con lo que se espera que el progreso llegue hasta la urbe alteña.
Asimismo, Felipe Quispe, más conocido como “El Mallku”, declaró que el Gobierno se ha olvidado de la ciudad de El Alto dejando abandonadas a las familias que lucharon por los recursos naturales del país.
“Nosotros siempre hemos exigido, especialmente para el departamento de La Paz y El Alto, obras. Son en estos lugares donde se han ofrendado más vidas y en este momento no se está cumpliendo con los planteamientos y las peticiones que se han efectuado en torno a este tema, como son la industrialización y nacionalización de los hidrocarburos”, recordó Quispe.
CRONOLOGÍA
8 DE SEPTIEMBRE
Campesinos de la población de Batallas llegaron a La Paz con una repentina marcha exigiendo que Edwin Huampo, dirigente del sector, sea liberado, ya que se encontraba en el penal de San Pedro acusado de haber participado en un acto de justicia comunitaria que terminó con la muerte de supuestos ladrones de ganado que fueron linchados. Dicha manifestación estaba liderada por la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb).
Los campesinos decidieron, en un ampliado realizado en instalaciones de Radio San Gabriel, declararse en huelga de hambre, demandando además el cumplimiento de convenios en diferentes áreas, lo que se había suscrito el año 2002.
15 DE SEPTIEMBRE
Se incrementan las demandas ya que las organizaciones se negaban a permitir la salida del gas por Chile. Comienzan los bloqueos en la carretera a Copacabana.
18 DE SEPTIEMBRE
Como un preámbulo para el desencadenamiento de los conflictos, el dilema de la venta del gas comienza a dividir a la oposición y oficialismo.
19 DE SEPTIEMBRE
Los choferes deciden efectuar un paro de 24 horas en rechazo al Código Tributario, a la exportación del gas por Chile y exigiendo el resarcimiento de daños ocasionados por las protestas generadas hasta el momento.
En esta jornada, la ciudad de El Alto decidió sumarse a las medidas de presión con un paro cívico de 24 horas. Se suman a la medida los maestros rurales, viudas de beneméritos de la Guerra del Chaco y, finalmente, se decide radicalizar las medidas con un bloqueo indefinido de carreteras.
20 DE SEPTIEMBRE
Se registra una masacre en Warisata ya que un operativo policial y militar, con el supuesto pretexto de liberar a turistas extranjeros que se encontraban en el lugar, comenzó con la matanza de lugareños tomando el control de esa ruta, pero los campesinos pusieron resistencia. Esta intervención fue dirigida por Carlos Sánchez Berzaín.
La situación se ahondaba pues comienza el ataque del Gobierno vía aérea.
9 DE OCTUBRE
La ciudad de El Alto inicia un paro indefinido exigiendo la industrialización del gas, a esto se suma la demanda de renuncia del presidente Sánchez de Lozada ya que se negaba a dar una respuesta concreta al pedido de diferentes sectores. Esta medida es asumida por las juntas vecinales de la urbe alteña.
En La Paz y El Alto se comienza a sentir la escasez de gasolina y productos de primera necesidad.
Se radicalizan los bloqueos en la carretera a Oruro. El Gobierno nuevamente prepara una represión militar debido a que los vecinos de Senkata pusieron resistencia para sacar cisternas con gasolina de la planta para proveer a la ciudad de La Paz.
11 DE OCTUBRE
Se registraron tres fallecidos y decenas de heridos, la ciudad alteña se convirtió en un campo de batalla por la defensa del gas y la exigencia de la renuncia del presidente. Frente a estos sucesos se dispone militarizar la ciudad de El Alto.
Entrando la noche del mismo sábado comienzan los enfrentamientos en Rosas Pampa, Senkata y Santiago I, gasificando incluso al interior de los inmuebles, por lo cual, lamentablemente, llega a fallecer el menor Alex Mollericona, de cinco años. Posteriormente, vecinos se reúnen alrededor de fogatas en las principales vías.
Al anochecer se realiza un operativo para transportar combustible a la sede de Gobierno. Los vecinos de Ventilla se oponen y comienza una arremetida.
12 DE OCTUBRE
Comienzan los enfrentamientos en Río Seco donde fallecieron varios vecinos, asimismo se comenzó a amenazar a medios de comunicación que relataban ininterrumpidamente lo que acontecía.
13 DE OCTUBRE
El vicepresidente de aquel entonces, Carlos Mesa, decide separarse del gobierno. El pueblo continuaba exigiendo la renuncia de Sánchez de Lozada quien hace caso omiso a las presiones.
La protesta se extiende hasta Chasquipampa, en la zona sur de La Paz, y el Ejército nuevamente reprime a los manifestantes de este sector donde campesinos son acribillados en barrios aledaños, como Ovejuyo y Apaña.
Vecinos de Chasquipampa, Ovejuyo y comunarios de Palca se movilizan, seis personas fallecen.
14 DE OCTUBRE
Se sentía una tensa calma en ambas ciudades. El Gobierno insiste en el diálogo con los sectores en conflicto.
Este llamado es rechazado por la mayoría de la población, la cual sólo quiere la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada.
15 DE OCTUBRE
La escasez de alimentos se siente en la Sede de Gobierno como también en El Alto. Las organizaciones sociales comienzan nuevamente las movilizaciones.
Se inicia también el atentado y amenazas contra los medios de comunicación que día a día transmitían los sucesos. En ese entonces decomisaron ejemplares de EL DIARIO y el semanario Pulso, asimismo varias radios emisoras fueron amenazadas como el sistema RTP, radio Pachamama, radio Integración, entre otras.
Los mineros cooperativistas y campesinos cocaleros de los Yungas y otros sectores que fueron llegando del interior del país entraron en escena sumándose a la lucha del pueblo.
16 DE OCTUBRE:
Una multitudinaria marcha llega a la Sede de Gobierno de todas las provincias aledañas, las minas y las colonias de los diferentes departamentos se suman, llegan miles de manifestantes para pedir la renuncia de Sánchez de Lozada.
El Gobierno hace declaraciones a la prensa internacional, espacialmente a la cadena CNN, alegando que en Bolivia existirían narcotraficantes y narco-guerrilleros, que estarían impulsando el conflicto.
17 DE OCTUBRE
Sánchez de Lozada llama al diálogo a todos los sectores, bajo tres puntos: la organización de una Asamblea Constituyente, referéndum sobre la exportación del gas y revisión de la Ley de Hidrocarburos, pero las organizaciones y el pueblo rechazan este llamado exigiendo, una vez más, la renuncia del Presidente. También se suman los mineros que llegaron a La Paz en una masiva marcha.
En horas de la tarde se conoce que Gonzalo Sánchez de Lozada salió de la residencia presidencial para abandonar el país en un helicóptero, dejando su carta de renuncia escrita para que sea analizada en el Congreso.
Horas después se acepta la salida del exprimer mandatario y el Congreso Nacional posesiona a Carlos Mesa como presidente de la República de Bolivia.
En todo el país hay una gran algarabía por esta nueva gestión de Gobierno suspendida años después.
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