Cartas desde el viejo mundo
Londres.- La noción que tiene Europa acerca de Bolivia es en general muy variada, para algunos sigue siendo un país fascinante, emocionante, enigmático, con culturas ancestrales, lleno de contradicciones, con exuberantes colores, rico en folklore y más que todo un país con la biodiversidad más grande del mundo, que tiene eco en un turismo rico en aventura.
Sin embargo, el turismo hacia Bolivia sigue siendo muy difícil, como destino para llegar y descubrir su grandeza. Hasta ahora hay muy pocas probabilidades de encontrar vuelos directos hacia Bolivia desde cualquier capital europea, esto hace que se pierda el cauce directo de turistas a nuestro país, ya que la gran mayoría llega primero a países vecinos y Bolivia se presenta como un punto extra en su itinerario.
Bolivia recibió 1,2 millones de turistas en 2015, mientras el Perú obtuvo 3,5 millones y Chile 4,5 millones, es decir que nuestro país está por muy por debajo en relación con países vecinos.
Hoy el turismo internacional es muy sofisticado y las redes de informática acerca de los aspectos importantes que un turista requiere y espera, cuando visita cualquier país, son actualizadas a cada minuto.
Estoy seguro que no solamente las pocas conexiones directas a Bolivia desde Europa hacen que tengamos un déficit de turistas europeos, sino que la sede del Gobierno, una ciudad reconocida como de las más atractivas del mundo, también es una ciudad plagada de conflictos, bloqueos, protestas que solamente tienen un consecuencia, demostrar al mundo que no nos queremos a nosotros mismos, que estamos empecinados en destruir la imagen de nuestro país, en especial de nuestra ciudad maravilla. Mientras miles de ciudadanos están trabajando arduamente por su sustento y el sustento de nuestro país, otros miles están promoviendo el desmantelamiento de una Bolivia que cada día se ve más enferma y frustrada por tantas huelgas, bloqueos, protestas y conflictos.
El consejo que da el gobierno del Reino Unido (GOV.UK) a sus ciudadanos que planean viajar a Bolivia es una lista de todos esos síntomas que describo en este artículo y que frenan a miles de turistas que desean visitar nuestro país.
He sido testigo de muchas manifestaciones en Londres, la última fue de la marcha de protesta por el “Brexit”, una manifestación pacífica donde miles de personas participaron sobre la salida británica de la Unión Europea, y para pedir que el Reino Unido mantenga fuertes lazos con el continente. En esa manifestación la policía, sin armas ni gases lacrimógenos, era encargada de cuidar y escoltar a los manifestantes para su protección, todo un ejemplo para los marchistas y la policía de nuestro país.
Está claro que el desorden a nivel nacional hace que los ciudadanos se sientan indefensos, saboteados, raptados y sin posibilidad de cambiar la situación del país. Tenemos un gobierno incapaz de solucionar ese malestar que se está volviendo un cáncer en la sociedad boliviana. Tenemos que aceptar que el descontento de la ciudadanía es justificado en muchos casos, pero también debemos aceptar nuestras responsabilidades. Tenemos que recuperar los valores fundamentales de un ciudadano, como tolerancia, democracia, paz, respeto y educación. Está en nuestras manos trabajar y tratar de mejorar esa percepción tan torcida de Bolivia en el exterior.
La imagen de Bolivia fuera de nuestras fronteras es triste, desalentadora y más que todo frustrante, porque no nos damos cuenta o no queremos darnos cuenta que vivimos en un país tan afortunado en riquezas naturales.
Bolivia tiene su lado sombrío y su lado brillante y la verdad es que solamente depende de nosotros elegir al más obvio. Soy un optimista empedernido y siento que un día Bolivia cambiará, tenemos una juventud con ansias de cambiar. Tengo optimismo porque la educación es la base para este cambio. Hay una frase célebre que dice: Hay que ser siempre optimistas porque no parece útil ni beneficioso ser otra cosa, después de todo el optimismo es la base del coraje.
El autor es boliviano (de La Paz) que emigró al Reino Unido hace 40 años.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |