Fracaso del desarrollo rural nacional

El gobierno ha implementado desde 2006 una nueva propuesta del desarrollo productivo y social denominado “Vivir Bien”, emergente de las culturas originarias e indígenas de Bolivia. Sin embargo, no se percibe una mejora en las condiciones de vida, producción e ingresos de los habitantes que viven en los municipios rurales del Estado boliviano. Muchos de los habitantes del área rural al percatarse de que su situación económica y social no mejora deciden en primera instancia migrar temporalmente hacia las ciudades, para probar suerte. Entonces, a qué se debe el fracaso de la intención del gobierno del desarrollo económico y social del área rural. ¿No se ha entendido y aplicado correctamente “Vivir Bien”? o “Vivir Bien” no es un paradigma del desarrollo, más aún si la estrategia de desarrollo emerge de las culturas originarias. Por consiguiente, pierde fuerza “Vivir Bien” como propuesta de desarrollo.

Las secciones municipales provinciales reciben del Estado Nacional los recursos económicos del TGN e IDH, para que los mismos habitantes de las comunidades rurales planifiquen su desarrollo económico y social de acuerdo con sus necesidades. Sin embargo, en la actualidad no se percibe ningún desarrollo económico en el área rural. Solamente se observa canchas con césped sintético, multifuncionales, postas sanitarias sin personal, casas de gobierno abandonadas, etc. Las comunidades rurales parecen estados independientes dentro del Estado Plurinacional, debido a que anteponen sus usos y costumbres frente a las leyes del Estado Nacional, en ningún caso aceptan emprendimientos económicos de ellos, ni de los inversionistas extranjeros en sus comunidades, solamente se dedican a las actividades agropecuarias de subsistencia. Cuando no hay buena producción agrícola y ganadera debido a los desastres naturales, bajo rendimiento agrícola y otros factores externos, esperan ayuda del gobierno nacional, departamental, municipal, o de alguna ONG. Finalmente, al darse cuenta que han esperado ayuda toda su vida, y va pasar lo mismo con sus hijos, deciden migrar hacia las ciudades intermedias.

El gobierno aprobó en 2011 la Ley No. 144 de la Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria con la finalidad de lograr la soberanía alimentaria en condiciones de inocuidad y calidad para el “Vivir Bien” de las bolivianas y los bolivianos, a través de la Revolución Productiva Agropecuaria en el marco de la economía plural. Al parecer esta disposición legal no ha resuelto el problema alimentario en el área rural.

Por otro lado el Ministerio de Medio Ambiente y Agua para solucionar la baja producción agropecuaria ha planificado e implementado la estrategia de captar agua subterránea; para tal efecto, a pedido de las organizaciones sociales están perforando pozos para el riego y consumo doméstico. Esta estrategia tampoco ha resuelto el problema de la escasez crónica del agua en el área rural. En la etapa prehispánica, los indígenas ni siguiera podían desviar el curso del agua de los ríos, debido a que el agua era considerado como un ser vivo y divino. También las Pakarinas eran sagradas, como el lago Titicaca y por ende los acuíferos. Hasta qué punto es compatible esa forma de explotación no sostenible del agua de los lugares sagrados con “vivir en armonía con la naturaleza”. Más bien es explicable con los paradigmas del desarrollo económico y social neoliberales occidentales.

Sobre el mismo tema, Félix Patzi antes de ser Gobernador del departamento de La Paz expresaba públicamente por los medios de comunicación social su desacuerdo con toda forma de desarrollo productivo y social, calificando de “desarrollismo”. Ahora que es Gobernador del departamento paceño propugna “Pacto Fiscal” para el “desarrollismo”. Se le pide al Gobernador paceño ser consecuente con lo que decía y pretende hacer con los recursos económicos provenientes del Estado Nacional.