Sony Xperia XZ

La feria de tecnología de consumo IFA de Berlín fue el escenario elegido por Sony para presentar su último buque insignia. Es una ligera evolución de lo visto con la primera remesa de los terminales de la gama X y, aunque no sorprende en su apartado técnico, es en su uso diario donde convence gracias a los detalles de los diferentes apartados. Una potentísima cámara, una pantalla más que correcta y una autonomía sorprendente, entre otros detalles como una capa de personalización mejorada y un rendimiento realmente fluido.

Su pantalla, de 5,2 pulgadas, se queda algo más pequeña respecto al resto de buques insignia de los demás fabricantes. Eso sí, muestra todo lujo de detalles gracias a la resolución Full HD (1080 líneas) y su panel de tecnología IPS. Pero no todo el mérito lo tiene la resolución, la tecnología propia de los televisores de Sony también se ha dejado ver en este móvil al introducir TRILUMINOS, X-Reality y Dinamic Contrast para conseguir colores vivos, brillo para exteriores y un contraste marcado.

En el interior encontramos otros puntos fuertes. Llega con el último procesador del mercado, y el más potente hasta la fecha, el Snapdragon 820, pero lo acompañan solo 3 GB de memoria RAM. Es cierto que, durante el uso, es realmente fluido y eficaz a la hora de mover cualquier juego o aplicación, nos ofrece 32 GB de memoria ampliables hasta en 256 GB más, y un completísimo apartado de conectividad: NFC, MiraCast, WiFiDirect, Bluetooth 4.2, Jack 3,5 mm, GLONASS…

Pero es el apartado fotográfico donde más destaca este celular en referencia a otros terminales de gama alta. Una cámara principal con tres sensores consigue fotos bien enfocadas, rápidas a la hora de ser tomadas, con colores reales y con gran definición y detalle. 23 megapíxeles forman su sensor principal. Además cuenta con un estabilizador de imagen de 5 ejes para que los vídeos en 4K no tiemblen. Su cámara para selfies cuenta con un sensor de 13 megapíxeles y objetivo angular. Además cuenta con software de reconocimiento capaz de detectar la palma de la mano del usuario para tomar una foto cómodamente.