La Haya.- La Corte Penal Internacional (CPI) se debilita tras la salida ayer de Gambia, que sigue los pasos de Sudáfrica y Burundi, al producirse así el efecto de un llamado para condenar el supuesto sesgo en la persecución de varios líderes africanos.
“A mí no me preocupa la supervivencia de la corte porque eso no está en cuestión, lo que me inquieta es su relevancia, y el ascenso de los crímenes en los países africanos”, explicó el exfiscal jefe de la CPI, Luis Moreno Ocampo, en una entrevista con Efe.
A juicio de Moreno Ocampo, esto es una “declaración de guerra” contra las minorías africanas y un mensaje de los líderes africanos para “dejar claro que pueden cometer crímenes masivos para mantenerse en el poder”.
Además, indicó, los países que se van son aquellos “que han cometido crímenes de guerra o de lesa humanidad” como Burundi y lamentó que el mundo esté convirtiéndose en un lugar “tribal, donde las leyes están desapareciendo”.
Al igual que manifestó el Gobierno de Burundi, el ministro de Información de Gambia, Sheriff Bojan, acusó a la CPI de “parcialidad” y aseguró que solamente “persigue y humilla a las personas de color, especialmente a los líderes africanos”. (EFE)