Hernán Maldonado
Miami.- Medio centenar de heridos, algunos de ellos de bala, un centenar de detenidos y daños a la propiedad era el resultado de la Toma de Venezuela, convocada el miércoles por la oposición exigiendo al régimen de Nicolás Maduro la restauración del hilo constitucional, roto la semana pasada con el aplazamiento del referendo revocatorio y la postergación hasta el 2017 de las elecciones para gobernadores y alcaldes.
Solo en Caracas, se produjo una de las concentraciones más gigantescas, superior a la de abril de 2002, cuando fue derrocado brevemente Hugo Chávez Frías. Se calcula que más de un millón de personas abarrotó un largo sector de la autopista del Este, frente al aeródromo militar de La Carlota.
Otras decenas de miles de personas se manifestaron en las calles de la mayor parte de las capitales de Estado. En Mérida, esbirros del gobernador Alexis Ortiz, blandiendo pistolas, arremetieron contra los manifestantes causando una veintena de heridos, cuatro de ellos de bala. Otro tanto ocurrió en Maracaibo, donde el sacerdote José Palmar fue emboscado, apaleado con un bate por recalcitrantes chavistas y abandonado a un costado del puente sobre el lago. Horas después, el alcalde chavista de San Francisco, barriada marabina, ordenó la detención del cura y su familia inmediata.
En Margarita, un contingente de la Guardia Nacional impidió que la multitud derribara una estatua de Hugo Chávez, y hubo manifestaciones callejeras reprimidas en Cumaná, Maturín, Barquisimeto, Barinas, Maracay, Valencia.
En Caracas el enorme multitud a regañadientes empezó a dispersarse al caer la tarde, luego que el líder opositor, Henrique Capriles, dio plazo hasta el 3 de noviembre para que se restablezca el hilo constitucional roto por el gobierno, so pena de que la multitud irá hasta el Palacio de Miraflores para hacerle firmar su renuncia. Hace 14 años, una marcha como la de hoy fue recibida a balazos en las cercanías de Miraflores y los militares depusieron a Chávez, aunque desacuerdos entre ellos hicieron que el militar procastrista recuperara el poder en 48 horas.
Capriles también anunció que este viernes (ayer) habrá un paro general de 12 horas, mientras el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, dijo que el 3 de noviembre se le notificará a Maduro que cesó en sus funciones. La multitud pedía a gritos ir hoy mismo a Miraflores, pero Capriles los disuadió sosteniendo que es necesario que para el 3N vengan desde todos los rincones de Venezuela los que van a sacar a Maduro del poder. El miércoles el gobierno trancó todos los accesos a la capital y cerró 10 estaciones del metro, pero aun así no impidió que la autopista se desbordara de gente.
Miraflores amaneció fuertemente custodiada y al empezar la tarde unas 2.500 afectos al régimen se concentraron allí. Maduro, con un cinismo descomunal, dijo que esa manifestación era “mucho más numerosa” que la que realizó la oposición. Aunque el régimen prohibió uso de drones, las fotos de la megamarcha circularon por las redes sociales, dado que la radio y la TV están controladas por el gobierno. Era indiscutible el rotundo éxito de la oposición.
Grupos de manifestantes se desprendieron de la gigantesca marcha e insistían, al caer la tarde, en llegar hasta Miraflores. El régimen, como ocurrió en ciudades del interior, está poniendo a sus grupos de civiles armados como primera línea de defensa, amparados en los militares que decidieron el martes, según anunció el ministro de la Defensa, Gral. Vladimir Padrino, atarse al barco chavista que parece estar cerca del naufragio. Amanecerá y veremos.
(*) Al comenzar la noche del miércoles se informaba de la quema de 2 motocicletas policiales en Mérida y que un centenar de estudiantes estaban rodeados por civiles armados en San Cristóbal. Otro tanto ocurría en Maracay, donde se refugiaron en una Iglesia unos 200 manifestantes. El Foro Penal (organismo de DD.HH.) informó que en la jornada hubo no menos de 120 detenidos. En Caracas, en algunas urbanizaciones, la gente seguía en las calles.
El autor es periodista, Ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de ANF de Bolivia.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |