Terrorismo merece condena de toda creencia religiosa

El Papa Francisco, condolido por los actos de terrorismo que sufren muchos países en el mundo, ha expresado el criterio de que esta manía de matar y atentar contra la humanidad por parte de fanáticos yihadistas del Estado Islámico, toma como pretexto “razones religiosas” para cometer los crímenes que asuelan al mundo. La prédica de que “Alá debe imperar en todos los países y que no corresponde la vigencia de ningún otro credo más que el musulmán”, es fruto del fanatismo de quienes no saben leer el Corán que predica la paz y la concordia entre los hombres; cada página del libro sagrado del Islamismo muestra los caminos de amor y concordia entre los hombres, señala normas claras para que reine la armonía entre todos.

El Papa, consciente de que se debe respetar toda creencia religiosa que conduzca a Dios, ha sostenido siempre que el mal no puede ser medio para hacer el bien; ha dicho muchas veces que quienes predican la guerra y los enfrentamientos merecen las condenas más duras de la humanidad; ha llamado a todos los países para que rechacen toda forma de maldad, todo empeño por anular la vida civilizada del mundo que está llamado por Dios a vivir en paz, amor y concordia.

En su mensaje pidiendo que las religiones condenen toda forma de terrorismo al señalar que “con dolor siente que el nombre de la religión es usado para cometer atrocidades como el terrorismo y sembrar miedo y violencia, y, en consecuencia, las religiones son indicadas como responsables del mal que nos rodea”. Añadió que, ante todo ello, “insta a condenar de forma conjunta y rotunda estas acciones abominables y tomar distancias de todo lo que busca envenenar los ánimos, dividir y destruir la convivencia; hace falta mostrar los valores positivos inherentes a nuestras tradiciones religiosas para lograr un sólido aporte de esperanza”.

Muchas veces, ante tantos actos terroristas que han quitado la vida a centenares de personas, hirieron a miles y destruyeron grandes bienes de la humanidad, ha dicho su palabra y ha llamado a una lucha frontal contra todo lo que atenta contra el ser humano. En su mensaje a delegados de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha dicho: “Es necesario que compartamos los dolores como también las esperanzas para poder caminar juntos, cuidando el uno del otro, y también de la creación, en la defensa y promoción del bien común”. Destacó la importancia de los encuentros y la cooperación entre las variadas confesiones basada en la promoción de un diálogo sincero y respetuoso, pues si no existe respeto recíproco no habrá diálogo interreligioso; es la base para poder caminar juntos y afrontar desafíos.

Para el Papa “todos los creyentes tienen el deber de defender la vida en todas sus etapas, la integridad física y las libertades fundamentales, como la libertad de conciencia, de pensamiento, de expresión y de religión”. Estas últimas frases muestran el espíritu de libertad plena que animan a Francisco y hace referencia muy especial a la libertad de conciencia de cuyo seno nace la libertad de pensamiento, expresión y religión.