Pasados los fríos invernales en las vegas del sur de la república, bañadas por el río que los primeros conquistadores andaluces en lírica remembranza de su tierra natal bautizaron como Guadalquivir, con el advenimiento de la primavera ha comenzado una de las temporadas más lindas en la denominada Andalucía Boliviana, al coincidir el final de las peregrinaciones a pie hasta el santuario de Chaguaya con el inicio de la Fiesta Grande de San Roque, que colma las arterias de la ciudad con música, danzas y colorido.
Sin embargo, los aires primaverales recién se comienzan a percibir en la Capital del Sol y la Sonrisa -como se la suele llamar- durante el mes de octubre: “allí donde el sol se esconde,/ entre la ceiba y las flores/ del lindo barrio del Molino”, al decir de la cueca que Elías Dipp dedica a la festividad del barrio más antiguo que es también conocida como la Fiesta de las Flores o de las rosas que se prolongada hasta finales de ese mes.
Como años anteriores, las calles del vecindario se engalanaron con banderillas y farolitos multicolores para el paso de la procesión de la Patrona del lugar: la Virgen del Rosario, rodeada por un arco de encendidas rosas. La imagen traída por los fundadores andaluces se halla instalada en la loma de San Juan, la histórica capilla que por su ubicación estratégica oficiara de cuartel general de los valerosos Montoneros chapacos, que consiguen se firme en aquel sitio la capitulación de los españoles en 1817.
En el programa de festejos del pasado mes, además de conciertos en el frontis de la capilla de San Juan, exposiciones de fotografías de antaño, concursos de dibujo y pintura para niños y jóvenes, carrera de cochecitos sin motor, la coronación de la Reina de las Rosas y la tradicional Kermese con la actuación de grupos musicales y el festival de la cueca en la plazuela Uriondo como en años anteriores, la versión del presente año estuvo marcada por un hecho singular a la par que simpático....
Presidido por el más ilustre “molineño” en la actualidad: Jaime Paz Zamora, quien tuvo por nana a la “Mocha Berta”, a un selecto grupo de intelectuales molineños en adhesión al IV Centenario de Cervantes (1547-1616) se le ocurrió declarar al Quijote y Sancho como vecinos ilustres del barrio del Molino, en recordación de los personajes anónimos del barrio que en su estampa encarnan sus sueños e ilusiones, anunciándose que en el venidero año se inaugurará un mozaico conmemorativo frente al extinto molino que otrora diera nombre al barrio.
Como resulta tradicional dentro del calendario folclórico tarijeño, con la fiesta del Molino se guardan las “cañas”, instrumentos característicos de tiempo seco, para iniciar con las tonadas del rosario la temporada de lluvias, al son de los ritmos ágiles del Erke y la rueda chapaca, que se prolongan hasta carnavales.
Si por este mismo medio, en el aniversario cívico de Tarija destacamos la significación especial que guarda Abril en la difusión de las artes, letras y cultura; sugerimos que con motivo del Bicentenario de la Batalla de la Tablada, a partir del próximo año se instituya un nuevo festival bajo la nominación del epígrafe....
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |