Las elecciones generales de Estados Unidos, a realizarse el martes 8 de noviembre, son indirectas, de acuerdo con informes proporcionados a los medios por la Embajada estadounidense en La Paz. Por tanto, la decisión se toma en dos etapas.
Primero, cada Estado elige a quienes aprueban los resultados de la votación popular. Es decir, la clave para ganar las elecciones no pasa por obtener una mayoría de votos populares, sino por los votos de 538 electores escogidos en las urnas.
Entonces, para llegar a la Casa Blanca, un candidato necesita obtener 270 votos de esos 538 electores elegidos. Esto suele ser lo habitual. Pero en esta elección, tan reñida en su última fase, puede que ambos candidatos reciban a sólo 269 votos, dándose un caso de empate. En tal eventualidad, un tercer candidato tendría que ganar en algún Estado.