Ojo para el llanto ajeno

Déjame llorar el llanto de todas tus soledades y de todos tus cansancios.

Siempre he llorado abandonos y penas de los demás.

Mi amor nunca fue mi amor.

Siempre fue cubrir heridas abiertas por otra mano.

Mi vida nunca fue mía.

Cada vida es algo mía, yo soy de todas las vidas.

No será mía mi muerte.

¡Ni eso tengo sólo mío! Todos se mueren en mí.

Mi pena es pena de nadie.

Sólo lloro el llanto ajeno y el dolor de los demás.

Has de olvidarme mañana, lo mismo que él me olvidó.

Tengo en mi sino de madre;

todos lloran en mi falda, y yo siempre lloro sola.

¿Será que rechazo al hijo

eterno que duerme en mi y su lamento obstinado

es un gong de negación?

Lloro por todos los hombres en cansancio y soledad,

lloro el llanto de mi hijo.

¡Nada es mío! ¡Nada es mío!

Ni mis ansias, ni mi hijo, ni mi vida, ni mi amor.

Sobre el sordo Cosmos lloro

tu cansancio y soledad.

YOLANDA BEDREGAL, destacada poetisa, y novelista paceña, nació en septiembre de 1913, hija del escritor don Juan Francisco Bedregal y de doña Carmen Iturri. Estudió en el Instituto Americano y los superiores en la Escuela de Bellas Artes de La Paz y mediante una beca estudió estética en la Universidad de Columbia en Nueva York. Contrajo matrimonio con Gert Cónitzer (alemán), y de esta unión nacieron dos hijos: Rosángel y Juan Gert. En los albores de su juventud se dedicó a la escultura, también fue maestra de música, dictando cursos en la Universidad y en el Conservatorio Nacional de Música. Pero, donde descolló brillantemente fue en el campo de la literatura, publicó artículos y ensayos en revistas y periódicos, de su fecunda obra literaria se puede mencionar: “Nadir”, “Naufragio”, “Poemas”, “Almadía”, “Ecos”, “Del mar y la ceniza”, “Cántaro de angelito”, “Alegatos” y otros. Falleció en mayo de 1999.