Miserias en Argentina

Hay un peronista de la línea kirchnerista que no miente. Esa sorprendente novedad salió a luz cuando el senador Miguel Ángel Pichetto dijo, la semana pasada, que Argentina debía hacer un balance para saber cuánta miseria proveniente de los países vecinos puede soportar: miseria humana.

Todo el discurso de la “patria grande” de esos peronistas quedó sin sustento cuando el senador dijo que Argentina hacía de fusible para los problemas sociales de Bolivia y los problemas policiales del Perú.

Durante todo noviembre, el hospital Rivadavia de Buenos Aires, dijo Pichetto, estará ocupado atendiendo a pacientes que llegan del Paraguay y aprovechan que la salud en Argentina es una servicio gratuito, al que puede acceder quienquiera que sea, de cualquier nacionalidad.

Eso lo saben los bolivianos del sur, que reciben atención en los hospitales argentinos donde no hay que hacer cola desde las 4 de la mañana para recibir una ficha que les dé la oportunidad de que algún médico los atienda en los hospitales de la Bolivia del “milagro masista”.

Dice Pichetto que en esto de la atención médica gratuita que bolivianos y paraguayos reciben en Argentina no hay reciprocidad. Ni siquiera la hay en el precio de los combustibles que cargan los autos de los turistas argentinos en Bolivia, donde se les cobra tres veces más.

Y entonces, dice el senador K, Argentina tiene que recibir “toda esa lacra” de Bolivia y Perú. Una expresión que provocó la furia de la señora Eve de Boanafini, que se ha hecho muy kirchnerista, quizá por los pocos escrúpulos que tiene para hacer negocios.

Quizá este senador peronista tenga un concepto demasiado estrecho sobre las reciprocidades entre países. Calcular el valor de la mano de obra barata que está contenida en esa “lacra” supone un ejercicio muy difícil para gente como él.

En lo que habría que darle algo de razón a este senador es que peruanos y bolivianos, según lo dijo, se han hecho dueños de las villas miserias que son los centros de distribución de la cocaína. Y que la cocaína se ha convertido en una amenaza para la existencia de la república Argentina.

Sin ofensas, el gobierno de Mauricio Macri está elaborando una nueva Ley de Fronteras. La idea es proteger a su sociedad de la cocaína, una droga que aísla a Bolivia y desprestigia a los bolivianos.

Vacaflor.obolog.com