Centenares de personas profesaron ayer su fe a las “ñatitas” (cráneos humanos) que como cada 8 de noviembre, en el Cementerio General de La Paz fueron bendecidas y veneradas.
Música, oraciones, flores, bebidas y la correspondiente bendición al interior del templo caracterizaron la jornada.
La Festividad de las Ñatitas se realiza después de una semana de Todos Santos, porque se tiene la creencia de que las almas regresan al mundo de los vivos para cuidarnos, protegernos, por eso, en agradecimiento, los creyentes las reciben con una misa y en otras ocasiones con música, cigarro y alcohol, según explicó el antropólogo Jorge Laruta.
El párroco del templo del Cementerio General, Martín Choque, mencionó que a esta misa de difuntos asistieron miles de personas, “en esta celebración se recuerda a los seres queridos que ahora se encuentran con el Señor”, dijo.
Remarcó que “la Eucaristía celebrada ayer es la misa para los difuntos, la cual es otorgada a las almas de los seres queridos que fallecieron, solo que las personas asistieron con los cráneos humanos de seres que aprecian y la Iglesia Católica no se opone a esta festividad”.