[Humberto Vacaflor]

ECONOMÍA Y FINANZAS

Bolivia y Trump


La política de Donald Trump sigue siendo un misterio para el mundo, su país, su propio partido y, según muchos expertos, inclusive para él mismo. Sin embargo, durante su campaña ha dado a entender algo de lo que considera debería ser la política de defensa de Estados Unidos, la política comercial y hasta parte de su política de lucha contra las drogas.

 

Un informe de la Agencia Internacional de Energía asegura que la producción seguirá aumentando si la Organización de Países Exportadores de Petróleo no llega a un acuerdo para reducir sus exportaciones. La producción de la OPEP sigue al alza. Si Trump cumple con su intención de desregular las industrias del gas y el petróleo en su país se abrirían nuevas opciones para nuevos pozos e incentivos impositivos que llevarían mayor producción.

Las empresas que venden monedas de oro y lingotes en Londres se quedaron sin producto tras la confirmación de la elección de Donald Trump a la presidencia del EEUU. En toda Europa la venta de oro físico al público está al alza. Estos mercados generalmente venden la propiedad del oro, un documento de compra, mientras el producto físico permanece almacenado. Son pocos los clientes que quieren tener oro en sus manos, pero el temor de Trump resultó mayor de lo esperado.

Las empresas mineras y procesadoras de metales industriales vieron un enorme interés en sus acciones tras la elección de Donald Trump en Estados Unidos. El mercado de EEUU considera que la nueva administración sea un fuerte incentivo a la construcción y la producción industrial. Esto significa el mayor uso de metales y otros insumos utilizados en la construcción de infraestructura y de plantas industriales que serían revitalizadas en la administración Trump.

En el tema de la defensa, Trump quiere cobrar por la protección militar que ofrece a Corea del Sur y a Japón. Para Bolivia este no sería un problema ya que el gobierno nacional no está interesado en tener bases militares estadounidenses en territorio boliviano y menos si tuviera que pagar por ello.

La política comercial delineada por Trump durante su campaña es muy parecida a la de Evo Morales, ya que ambos se oponen a los acuerdos comerciales, este porque no quiere favorecer al imperio y aquel porque no quiere que se aprovechen del imperio.

Trump asegura que los países con los que Estados Unidos tiene una balanza comercial deficitaria deberían pagar por este privilegio de alguna forma. Para Bolivia esto podría ser un problema ya que la balanza le favorece y estaría entre los países de los que Estados Unidos espera algo a cambio.

En Bolivia, el tema de las drogas y la guerra contra el narcotráfico es un tema central. Para Trump, Bolivia sería irrelevante en el tema de las drogas por el simple hecho de que la cocaína que se produce aquí no llega a Estados Unidos. Es destinada al consumo en Brasil, Argentina y Europa.

Sin embargo, Trump probablemente tenga una visión más empresarial cuando se trata de combatir el narcotráfico y considere a todo el negocio de lavado de dinero, tráfico de personas, drogas y armas como una sola multinacional del crimen. Las luchas empresariales son su especialidad.

Trump culpa a los mexicanos por el crimen y las drogas con el mismo lenguaje que usa el ministro Carlos Romero cuando habla de los colombianos, peruanos y los brasileños en nuestro país. Trump quiere construir un muro; nuestros vecinos saben que esto no funciona y han desplazado tropas y están derribando avionetas para frenar la droga que sale de Bolivia.

Si Estados Unidos se decidiera por una política de lucha contra los narcotraficantes desde una perspectiva empresarial, los resultados podrían ser más efectivos y afectaría a Bolivia en nuevas formas.

La Aduana negocia con los pobladores de Sabaya y su alcalde masista para poder incautar los 50 camiones de contrabando que están estacionados en los patios de las casas.

Esos camiones están allí porque pasaron por las narices de los aduaneros en la frontera y también por los puestos militares que operan en la zona.


Venezuela y Trump

Una diferencia fundamental entre Trump y los anteriores presidentes de EEUU es que Trump ha dicho abiertamente que le molestan los líderes que insultan a su país. Una mala reacción en este sentido podría dejar a Venezuela sin gasolina. Increíblemente EEUU le vende gasolina a Venezuela. Maduro podría ser el primero en probar la paciencia de Trump.

Argentina y Trump

Argentina ya identifico su mayor temor sobre la administración Trump. El presidente electo de EEUU ha criticado la baja tasas de interés en su país y si esto llega a cambiar las inversiones en países en desarrollo disminuirían. La política Trump se concentra en desarrollar la inversión en EEUU justo en el momento en el que Argentina trata de atraer inversión.

Perú y Trump

La administración Trump significa un desafío a la política de firmar acuerdos comerciales de Perú. Trump prometió revisar todos los acuerdos comerciales de su país, principalmente Nafta, Perú tiene un TLC que también será revisado. También está esperando concretar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica que ahora está en duda.

Lo bueno

Es que el tren interoceánico o bioceánico pasará por territorio boliviano, además de Perú y Brasil, según lo acordado en Sucre por los presidentes de Perú y Bolivia.

Lo malo

Es que el tren pasará por Bolivia cargado de soya brasileña hacia el Pacífico, y ese mismo tren volverá vacío hacia el Atlántico, según dijo el presidente del Perú.

Lo feo

Es que antes del acuerdo de Sucre, el mayor tramo para completar este ferrocarril debía hacerlo el Perú pero ahora lo deberá hacer Bolivia.

 
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