Pese a los excesos de optimismo de autoridades de países del Tercer Mundo, la crisis económica que afecta desde hace tres años, tiende a aumentar con grave incremento de la pobreza. Países ricos y desarrollados tienden a superar los estragos de la crisis, pero, no obstante ello, aún confrontan dificultades con excepción de los Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania y otros de la Unión Europea que ven crecer sus economías.
La pobreza es signo de decrecimiento de las economías del Tercer Mundo y con mayor gravedad del Cuarto Mundo que no tiene posibilidades de cambios sustanciales porque la mayoría de su población padece hambre, pésimas condiciones de salud y no vislumbran ninguna mejora en su economía.
La pobreza es mal que ataca seriamente a países que no han tenido crecimiento en los últimos cinco años; crecimiento que no fue posible por la falta de inversiones, no producción de riqueza y falta de empleo. En muchos países pobres pesa gravemente la dependencia y ésta se traduce en ayuda alimentaria, en educación, salud y otros para la vida de los pueblos; son países que no pueden o no quieren, debido a condiciones políticas que marginan toda iniciativa para superar el subdesarrollo. Cuando un país se ve impedido de usar sus propias energías y posibilidades porque confronta dificultades político-partidistas, es difícil que sean superados altos índices de pobreza y al contrario, este mal se acentúa y se hace extrema cobrando vidas especialmente de niños y ancianos.
Instituciones internacionales como la FAO, el PNUD, Unicef, Banco Mundial y otras, cumplen programas de ayuda a países en extrema pobreza; pero lo lamentable es que parte de su población favorecida con las ayudas, especialmente de alimentos y medicamentos, comercia lo que recibe privando a sus familiares de los beneficios de una regular alimentación y atención en salud con los productos recibidos en calidad de donación. Son poblaciones que, por falta de educación y formación en valores no miden las consecuencias de sus actos y prefieren vivir el momento negociando lo que reciben así sea a costa de la vida y seguridad de sus familiares.
Organismos internacionales de ayuda informan sobre las dificultades que tienen para llegar a cubrir necesidades de pueblos pobres porque tienen que actuar con posiciones intransigentes y burocráticas negativas para una buena administración y reparto equitativo de las donaciones. Anotan, además, que las autoridades de esos países no cooperan para una atención eficaz a la población.
La pobreza se acentúa y, si continúa la crisis para los más desprotegidos, el problema puede adquirir contornos muy graves con inclusión de pérdida de vidas y reacciones masivas de la población. Vencer estados de extrema pobreza demandará mucha cooperación y, sobre todo, que los gobiernos tomen conciencia de la gravedad de la situación.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |