El gran amor profesado por Ángela Carrasco y Beimar Guaygua los llevó hasta el altar. Su unión matrimonial se realizó en una romántica ceremonia celebrada en la parroquia de la Inmaculada Concepción del Montículo, donde los novios intercambiaron alianzas, en medio de las bendiciones sacerdotales.
Posteriormente, los recién casados recibieron a familiares y amigos en el salón Excelsior, para celebrar su unión en una recepción nupcial en la que desbordaron de felicidad, especialmente en ¨"la hora loca", seguidamente la fiesta adquirió un matiz romántico al son de los mariachis. La diversión siguió hasta pasada la medianoche, momento en el que los novios se marcharon para alistar maletas e irse de luna de miel al Brasil.